Blanca de la Rosa, una aficionada de los pesebres, ha construido con sus propios medios un belén de grandes dimensiones. Mide nada menos que 30 metros cuadrados y estará abierto al público hasta el día 6 de enero.

Esta vecina de Betxí, a sus 64 años, luce por estas fechas la sonrisa más grande al ver expuesta su creación por sexto año consecutivo en su localidad. Un hermoso nacimiento confeccionado por ella al detalle, con materiales que fácilmente pueden encontrarse en el entorno, como la madera o el corcho. «Cada pieza contiene un trocito de Blanca», dice su hijo Valeriano Ojeda.

Blanca, jubilada desde hace ocho años, se ha dedicado toda la vida al almacén de naranja, pero su afición es la artesanía. La pasión por los belenes le viene de familia, porque la tradición se remonta una generación atrás. Su abuela comenzó a coleccionar figuras y acostumbraba a diseñar esta estampa navideña en casa, en formato reducido, para el disfrute de su círculo más cercano. Siempre con sus propias manos y bajo su absoluto criterio artístico, aunque continuamente fiel a la tradición religiosa, con la recreación del nacimiento del niño Jesús al milímetro.

Ahora es Blanca quien recoge el testigo de su madre y se siente «muy orgullosa y feliz de dar visibilidad a esta afición tan bonita», asegura Valeriano.

La castellonense comienza a idear y a preparar cada figurita desde que se inicia el año. Detalles como los colores y el pulimentado son verdaderamente importantes para presentar con éxito todo el conjunto del belén, si bien inicia la composición final --que abarcará 30 metros cuadrados-- en octubre, aproximadamente. Un trabajo duro pero gratificante, que además luce en un espacio público abierto en estas fechas tan entrañables. Durante los primeros años, este macrobelén estaba en el garaje de la vecina de Betxí y presentaba unas dimensiones más reducidas, pero poco a poco el cariño y el empuje de familiares y amigos la animaron a convertirlo en toda una seña de identidad en el municipio cuando se acerca la Navidad.

Abierto a todo el mundo

Es más, el Ayuntamiento ha facilitado a Blanca un local para que exponga su creación y puedan visitarla de forma gratuita. En este marco, asociaciones de toda la provincia, colegios, entidades culturales, oenegés e incluso el alcalde de la localidad se acercan cada año a disfrutar del fantástico proyecto. Sin ir más lejos el martes, los niños de la Cruz Roja de la Vall d’Uixó tienen programada una visita al pesebre.

Un atractivo para Betxí gracias a Blanca de la Rosa y su macrobelén, ubicado en la calle Burriana nº5 y abierto a todo aquel que tenga la curiosidad de conocer de primera mano el llamativo trabajo de esta vecina, que ha confeccionado más de 100 estatuillas y los enclaves del entorno como las casas, la montaña, los ríos y los huertos. Porque con la llegada de la Navidad, no solo se pone iluminación especial en la provincia, también es tiempo de mostrar grandes y novedosos nacimientos.