El Ayuntamiento de Castelló, entre otras actividades, ofrece este año una especial como es la conmemoración del 765 aniversario de la fundación de la ciudad. Una cifra no muy redonda --el año--, pero significativa. Siempre viene bien recordar de dónde venimos y en qué circunstancias nació nuestra tierra, nuestra patria chica como decían antes.

Hasta el día 30 de este mes seguirá la celebración en la que, junto a actos que pudiéramos llamar institucionales, figuran otros como conferencias a cargo de expertos ponentes que darán color intelectual al evento.

Los viernes están destinados a conferencias realmente instructivas sobre la fundación de la villa, el proceso de traslado, la lengua en tiempos de Jaume I y el nacimiento del archivo. Los profesores Rabassa, García Edo, Lluis Gimeno y Elena Sánchez son los encargados de la tarea.

Otras actividades --algunas acaban de celebrarse-- completan el programa de actos. Así, interviene la Associació de Cavallers Templers, la Germandat de Cavallers, la nueva Violant d’Hongria, la Banda Municipal de Música y, por supuesto, el propio Ayuntamiento con el hermanamiento de Castelló y Lleida.

La conmemoración, entendida como búsqueda de sentido, le otorga significado a lo que somos, recuerda lo que somos y lo que nos mantiene unidos. Es referente de identificación. Aquello que somos en el presente está en deuda con el pasado. No lo olvidemos. H