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La caída de un árbol durante una tormenta no es un hecho excepcional. Dependiendo de sus dimensiones, ubicación y daños puede protagonizar alguna noticia en las secciones de sucesos, pero raramente motivará el nacimiento de un relato de interés más allá de lo informativo. Raramente, porque la desaparición de un ciprés en Nules en estas circunstancias se ha convertido, años después, en una iniciativa cargada de emotividad y respeto por el pasado de un pueblo.

Juanma Gavara es un joven pintor e ilustrador con una sensibilidad especial para representar la naturaleza. Tal es su vinculación, que la imagen con la que se identifica su trabajo artístico son dos cipreses, exactamente los mismos que franqueaban hasta hace algún tiempo un camino perpendicular al Caminàs, por el cual, en la actualidad, transcurre el carril bici que conecta el casco urbano con la playa de Nules.

Un día se planteó un proyecto más personal que artístico: dar relevancia a un símbolo muy especial para él y para muchos vecinos que se habían acostumbrado a ver a los dos cipreses marcando ese punto concreto del término municipal, hasta que una tormenta acabó con una simbiosis perfecta.

Dio muchas vueltas a la idea: recuperar el ciprés, convertirlo en leyenda. Pero lo suyo es ilustrar y no escribir, y llegó a pensar que se enfrentaba a uno de esos proyectos que se aplazan sine die.

Pero el 15 de marzo recibió un regalo indescriptible por su cumpleaños. Su hermano mayor, Vicente, sabedor de lo que Juanma no duda en describir como «un sueño», le entregó un texto. Su cuento. Els dos xiprers.

LA HISTORIA

Vicente escribió una historia en la que la armonía caracterizaba la relación entre los humanos y la naturaleza, hasta que un día se difuminó sin explicación. A pesar de la distancia de los hombres, los árboles siguieron en equilibrio provocando, inconscientes, los celos de una tormenta, que descargó su furia contra lo que no era capaz de alcanzar. Arreció hasta que consiguió su objetivo: derribar al mayor de los cipreses, que protegía a sus congéneres.

Durante años, los árboles buscaron la ayuda de los humanos, hasta que un día, un hombre escuchó su mensaje y decidió plantar un nuevo ciprés.

Juanma y Vicente son ese hombre, así como el edil de Medio Ambiente, Jaume Segura, que atendió su proyecto y lo hizo realidad. Tan real que, el próximo 10 de junio, Nules celebrará un acto en el que se plantará un nuevo ciprés, dando fundamento a la que ya se ha ganado el derecho de ser una leyenda local.