Rodrigo Díaz de Vivar, nació en Vivar ( Burgos) en 1048 y murió en Valencia en 1099 y desde luego que tuvo una vida azorosa e interesante, que dio lugar a su leyenda. Y a muchas obras literarias y cinematográficas como la película de Charlton Heston o el Cantar del mío Cid, el mayor cantar de gesta de la literatura española. Describe sus hazañas y en base al mismo se ha estructurado el camino del Cid, ruta turística que recorre ocho provincias y unos 1.400 kilómetros si se hace por senderos y 2.000 km si se hace por carretera. Atraviesa ocho patrimonios de la humanidad, 39 conjuntos históricos, espacios naturales y castillos.

Empieza en Burgos en cuya catedral está su tumba y la de Doña Jimena, su mujer, y acaba en Orihuela (Alicante). Atraviesa toda la Comunidad Valenciana incluyendo Morella, Castellón y Valencia. Su origen se encuentra en los finales del siglo XIX cuando Archer Milton Huntington, fundador de la Hispanic Society de Nueva York lo recorrió. En mi infancia, el Cid Campoamor era un héroe nacional, líder de la reconquista. Con la visión actual se le tilda de mercenario. La verdad es que era un magnífico guerrero y un mal cortesano, que harto de servir a reyes moros y cristianos y de sus conflictos con Alfonso VI, se hizo independiente y se proclamó príncipe de Valencia. Allí fue el primero en vencer a los almorávides con sus propias mesnadas. A lomos de Babieca y blandiendo a Tizona, estableció un señorío independiente. Como personaje histórico relevante merece nuestro respeto y la ruta turística a que da lugar es interesantísima y merece la pena disfrutarla.

*Notario