El Ayuntamiento de Castellón ha estado trabajando, durante los últimos meses, en el viejo camino de la Plana. Ha reasfaltado el firme, cubierto la acequia, creado aceras, colocado alumbrado y bancos e instalado fuentes. En definitiva, queridos lectores, ha convertido un camino rural medio abandonado en un moderno vial que conecta la basílica de Lledó con la rotonda de Las tres banderas. Desde ayer los vehículos pueden transitar por él con mayor seguridad, y los peatones podremos pasear, sin miedo a ser atropellados, por una acera amplia, moderna y bien iluminada.

Cada 30 metros se ha colocado una farola de diseño vanguardista para que las noches no sean tan oscuras como hasta ahora. Los bancos y las fuentes permitirán que todos los castellonenses podamos hacer deporte, pasear, correr, sentarnos a leer el periódico y, en definitiva, disfrutar al aire libre de un paraje privilegiado de la Marjalería de Castelló.

Esta obra era muy necesaria. Hace años que tendría que haberse llevado a cabo y ha sido el equipo de gobierno liderado por Amparo Marco el que se ha arremangado y cogido el toro por los cuernos.

El pasado fin de semana caminé por allí con mi perro. Disfruté de un sol maravilloso y me agradó ver que ya eran muchos los castellonenses que andaban por el camino, viendo la obra y comentándola.

*Escritor