Decía Caro Baroja que el carnaval sin la idea de Cuaresma no existiría en la forma concreta en la que ha existido desde la Edad Media europea. Por lo tanto, nuestro carnaval es un hijo (aunque pródigo) del cristianismo. Pero hoy intenta renacer de sus cenizas. Nuestra provincia pretende apagar su agonía y emprender una actividad discreta, entrenando a los pequeños desde las aulas. Hoy, sin ir más lejos, me entero de la fiesta que organiza el próximo martes el CRA (Col·legi Rural Agrupat), con sede en Forcall, con alumnos procedentes de aquella población y de las vecinas Olocau y la Mata. Y en otros centros de la provincia se organizan conmemoraciones análogas.

Se habla, no obstante, de los carnavales de poblaciones más grandes como Vinarós, por ejemplo, o Alcalà-Alcossebre o l’Alcora que comienza ahora. Pero, en ocasiones, se olvidan acontecimientos de este u otro tipo que se celebran en diferentes pueblos en períodos distintos. Este es el caso menos conocido de L’Onso i els Carnestoltes de la Mata del que Kassim Carceller publicó un interesante libro etnográfico hace ahora cuatro años. ¿Lo conocen? Muy pocos. La fiesta se recuperó en el 2007, interrumpida 50 años atrás, aunque les Carnestoltes de la Mata se celebrarán en abril. Y no cabe duda de que l’onso, el oso, ha sido el personaje más representativo del «otro» carnaval en población.

*Profesor