Esta semana se ha hecho público el cartel que nos representará a todos en las fiestas fundacionales de Castellón en 2020. Fiestas fundacionales, que no patronales, como dicen algunos tuercebotas.

El caso es que el cartel, como pasa cada año, tiene sus detractores. Hay quien ha dicho que es el más feo que se ha visto en los últimos años. Hay quien pregunta en redes sociales si no había en Castellón un diseñador mejor, ya que el ganador ha sido valenciano.

En mi opinión, el cartel es bueno. Tiene su gracia. Lleva un trabajo de diseño detrás más que considerable. Y representa lo que ha de representar. A partir de ahí, cada cual que lo vea como quiera y pueda. Ya saben, queridos lectores, que hay opiniones para todos los gustos.

Lo importante en este momento, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, es que la labor de la junta de fiestas, con su presidenta al frente, está siendo muy buena. El año pasado lo hicieron muy bien, en todos los sentidos, y este año parece que la cosa va a ir por el mismo sendero. Veremos si los inevitables roces entre la junta y el patronato, dualidad a veces incomprensible para el común de los mortales, no acaban estropeando lo que es de todos.

Aprovecho para recordarles que la colla del Rei Barbut celebrará el próximo 23 de noviembre un fiestón de padre y muy señor mío.

*Escritor