La oenegé Amor En Acció, cuyos componentes son en su mayoría de Castellón, cumple ahora tres años trabajando en Burkina Faso. Principalmente, su labor se basa en proveer de alimentos y medicamentos a la población nativa, tan necesitada. Y este verano están realizando “un proyecto de ecodesarrollo agrícola con el que se pretende, no llevar alimentos ni dar dinero, sino los medios para que ellos generen su propia riqueza”, señalan fuentes de la entidad.

Para ello, un equipo de la organización trabaja sobre el terreno para adecuar la plantación de tres hectáreas de hortalizas, legumbres y vegetales con las que abastecer las cocinas del centro de refugiados de Ouagadougou. Y, si las cosechas son abundantes, se prevé obtener excedentes para vender en el mercado y comprar medicamentos.

Los cooperantes lo explican: “La oenegé necesita gente que quiera implicarse, y decida no llevar pescado a África, sino proporcionarles cañas de pescar para generar oportunidad de futuro”. En esta zona hacen falta muchos kilómetros de tuberías de riego de 16 milímetros, así como bombas de agua y placas solares para hacer funcionar el pozo que ya han perforado. “Cualquier ayuda es poca”, dicen, y la colaboración se antoja “urgente”.

El objetivo es, dicen, “conseguir que ellos puedan tener la vida digna y satisfactoria que ahora, en las condiciones en las que viven, no pueden alcanzar, con el fin de paliar los desastres y las muertes que ocurren al intentar cruzar las aguas del Mediterráneo para buscar un futuro mejor”. “Si están bien alimentados enfermarán menos, y tendrán mejor expectativa de calidad de vida y menos sufrimiento podrán llevar a sus hijos a la escuela, darles estudios y formación y disminuir sus limitaciones y la ignorancia que no les permite salir de la pobreza, la miseria y la enfermedad”. La oenegé castellonense lo tiene claro y quiere que lo consigan, con ayuda de las provisiones iniciales de alimentos, cultivos y medicinas vitales.

ESCUELA TALLER // Su proyecto de escuela taller de agricultura ecológica y ecodesarrollo se plantea desde una perspectiva global, integradora, capacitadora, y multidisciplinar, en el marco de iniciativas de implementación de cultivos agroecológicos, buscando en todo momento “ofrecer al centro y a los alumnos las herramientas que les capaciten en la elaboración y manejo de recursos, herramientas y tecnologías apropiadas”. Ello, señalan, “les permitirán obtener mejores resultados, mediante prácticas culturales y tecnologías de bajo consumo energético, al tiempo que su uso implique el mínimo impacto ambiental, permitiéndoles obtener el máximo rendimiento a los recursos agropecuarios de la finca en la que se trabaja, e incluso de otras fincas adyacentes que podrían estar disponibles para su cultivo”.

Castellón se involucra, así, de lleno en ayudar en las zonas más necesitadas de África y, sobre todo, en darle un futuro a sus más pequeños. H