Dos profesores investigadores de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, en Argentina, han iniciado una estancia de investigación en la Universidad CEU Cardenal Herrera de Castelló para el estudio conjunto de los efectos del sobrepeso y la obesidad en madres gestantes y su relación con la salud de los recién nacidos. La doctora Graciela Ponce y el profesor Jorge García, que prepara su tesis doctoral sobre la materia, compararán sus resultados con los de la población de Castellón provenientes del Estudio Cordón, una investigación que lidera el profesor de Pediatría del grado en Medicina Pasqual Gregori, médico del Hospital de la Plana. Ambas universidades colaboran en el marco de un convenio que les ha permitido acceder a una ayuda del programa Ciencia y Técnica de esta universidad argentina y otras instituciones académicas latinoamericanas.

El trabajo de estos investigadores se centra en las consecuencias de la obesidad materna y sus complicaciones para la madre y el bebé. Según la vicedecana de Ciencias de la Salud de la CEU, Paula Sánchez, «tanto la obesidad como el sobrepeso son problemas de salud prevenibles que pueden derivar en consecuencias negativas para la madre, como diabetes e hipertensión, y en complicaciones del embarazo y el parto, como la preeclampsia. En el caso del recién nacido, los efectos del sobrepeso en la madre están relacionados con un aumento de la predisposición a enfermedades crónicas, como la diabetes o el asma, y trastornos del desarrollo neurológico», argumenta.

Índice de masa corporal

Basados en esta premisa, los investigadores argentinos, junto al equipo de la CEU y de la Plana, analizan el índice de masa corporal (IMC) de las madres gestantes de ambas regiones (Patagonia y Castellón) y otros factores epigenéticos, que podrían alterar la expresión del ADN del bebé en formación, para relacionarlos con alteraciones tanto en la salud materna como del neonato.

El IMC permite identificar a madres con normopeso (peso normal) o con sobrepeso y obesidad, y a partir de ello, evaluar la aparición de hipertensión, diabetes gestacional y complicaciones durante el parto, así como relacionarlo con características de los recién nacidos, como macrosomía y puntuación Apgar, que permiten valorar el estado de salud del recién nacido. «Poder conocer cuáles son las complicaciones y en qué magnitud se presentan, permitirá proponer, sobre una base científica, acciones adecuadas para prevenir la obesidad materna», destaca la vicedecana.

Un aspecto original del estudio conjunto que están desarrollando estos dos equipos es que ambos analizan además diferentes aspectos bioquímicos de la sangre del cordón umbilical, donde no existen valores de referencia. «En la actualidad no se cuenta con valores provisionales sobre indicadores de riesgo de enfermedades como anemia neonatal, síndrome metabólico y diabetes en el recién nacido», explica la vicedecana. «Esto supone una importante contribución al conocimiento en el área de la salud materno-infantil», remarca.

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