Atractivas y originales visitas por 10 municipios de la provincia de Castellón para difundir su patrimonio arquitectónico y natural. Esta es la esencia de las II Jornadas de Centros Históricos e Itinerarios Culturales.

La Diputación de Castellón y la Cátedra de Centros Históricos de la Universitat Jaume I han programado para los fines de semana de septiembre y octubre varias actividades. Por la mañana, los amantes de los valores tradicionales podrán disfrutar de numerosas rutas guiadas por los cascos históricos de Atzeneta del Maestrat, Culla, Llucena o Xodos, entre otros. Por la tarde, jóvenes y mayores conocerán su patrimonio natural, a través de excursiones por los alrededores de los pueblos.

Las novedades de esta edición han sorprendido a más de un castellonense. Este año, se incorpora al programa el municipio de Puertomingalvo, en la provincia de Teruel. Además, para innovar, el enfoque de estas jornadas se caracterizará por su intención de poner en valor los oficios tradicionales, como la carpintería, la herrería o la orfebrería. Para ello, se incluirán visitas a los talleres más históricos, así como demostraciones dinámicas y en vivo de la elaboración del pan, la miel o las alpargatas, por ejemplo.

‘Camins del Penyagolosa’

Las 10 localidades, que conforman la ruta de la segunda edición, se incluyen en la candidatura a Patrimonio Mundial Camins del Penyagolosa, respaldada por todos los grupos políticos de Les Corts tras una declaración institucional. Se trató de un paso determinante para que la Comunitat Valenciana defendiera a nivel nacional la inclusión del amplio patrimonio tradicional, cultural y paisajístico en la lista de Patrimonio Mundial de la organización Unesco. La administración provincial también dio otro paso en su ambición de convertir la candidatura mencionada en patrimonio mundial con la presentación del libro Camins del Penyagolosa, un itinerario cultural a conservar, publicado el pasado mes de abril y complementado con todo el trabajo desarrollado desde la Cátedra y los voluntarios.

Naturaleza, municipios, tradición, patrimonio y vida, los ingredientes más importantes, según las autoridades provinciales, para que la Unesco reconozca el valor de los caminos y el entorno castellonenses y se multiplique el atractivo y la relevancia de todo aquello que los envuelve.

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