Ernest Hemingway describió San Fermín como «una fiesta capaz de hacer que uno se levante de la cama a las cinco y media varios días seguidos». Se enamoró el escritor norteamericano en 1923 de aquella fiesta que internacionalizó con su pluma y a la que también han sucumbido numerosos castellonenses que se sienten navarros una semana. Pamplona es de todos del 6 hasta el 14 de julio.

La vieja Iruña extiende sus brazos igual que San Fermín su capotico. A él se acogen los corredores de la provincia que a partir del próximo sábado, cuando los del Puerto de San Lorenzo tomen Santo Domingo, se jueguen la vida sobre unos adoquines colocados a casi 500 kilómetros de casa. Hogares en los que se espera un «estoy bien» una vez cerrado el portón de chiqueros. Cinco horas de carretera que algunos ya han comenzado a descontar.

«Tengo los nervios a flor de piel», reconoce en las horas previas Samuel Valero. Transcurridos siete años de su primera vez y con la preparación física para ello, el de Almassora se instalará en Pamplona toda la semana para tocar toro en Estafeta a las 8.00 horas. Allí no faltará la camiseta de La Pirula. Su paisano Juan Luis Marín ya la ha puesto en la maleta. Viajará con Chimo Chabrera, Lluís Terres y Vicente Arenós, de Aficionats. «Estaremos el fin de semana y nos juntaremos con Sisco, David Úbeda, Jordi...», ennumera Marín.

Bien sabe de esos lazos que no son de sangre Nacho Marín, en las buenas y en las malas con la camiseta de su CD Castellón. Orgullo albinegro y ascenso del que también presumirá Antonio Oset, de Betxí. El escudo del Valencia CF lo defenderá en Teléfonica-callejón Ramón Valladolid El Planchao. «Subo desde 1997 ininterrumpidamente y dos años he ido con familia para que conocieran las fiestas», cuenta el de la Vall d’Uixó, que esta edición compartirá experiencia con Juan Murray. La Vall también estará representada por la terna de recortadores de lujo que forman El Poca, Cristian Blanco y Jaume Orenga.

Un tramo en el también se hace hueco cada mañana Joan Varella, que se situará en esos últimos metros del recorrido en el año que suma dos décadas de experiencia en el encierro. Pero en Onda el cetro de la veteranía lo atesora el incombustible Alberto Guillamón, Torrechiva. Casi medio siglo en blanco y rojo y con la satisfacción de ver cómo su sobrino Mateo Ferris se sitúa en primera fila de fuego en los encierros.

Marabello, de les Alqueries, registra todo lo acontecido en la capital navarra desde 1982. Y de nuevo confirma la cita rodeado de «buenos aficionados», como Valentín Saiz, presidente de las fiestas de San Juan de Nules; Jorge Fenollosa, El Valleret, de Vilavella; Fátima Gimeno, Noemí y Jessica. «A partir del martes y hasta el sábado final de fiestas estaré en la cuesta», explica. Desde allí rezará al patrón periódico en mano.

Al ruido de las pezuñas, los gritos, el «paso»... Hay que sumar los clics de las cámaras que inmortalizan el arte del caos. Fotógrafos de prensa como Jacobo Silvestre y Marta, José Toledo o Ricardo Badenes tomarán posiciones en el vallado. Alejandro Navarro, colaborador de Mediterráneo además, recogerá un prestigioso premio en el VIII Concurso Internacional de Fotografía.

En las ‘kaleas’ de Pamplona

Y mientras, entre encierro y encierro, en las kaleas de Pamplona no será extraño ver a componentes de las peñas Quebrà, de Onda; El Bou, de Burriana, Passió pel Bou, de Morella; o El Caragol, prestigiosa agrupación de Almassora

Días antes de los Sanfermines de 1961, Hemingway anuló su reserva en el Hotel La Perla y dejó en un cajón su abono. Así decía adiós a la vida, pero no a Pamplona que lo recuerda con un busto cerca de la plaza. Historia de la feria del toro de la que también forma parte Castellón. ¡Viva San Fermín!

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