Preservar el patrimonio del municipio para disfrutar de las salidas a la montaña. Esta es la máxima que persigue la iniciativa tomada por el club de cazadores de Borriol la Montaña, cuyos socios han decidido restaurar los más de 70 aljibes que existen actualmente localizados en el municipio.

Junto con el Ayuntamiento, el club ya trabaja en la elaboración de un mapa para llevar a cabo el proyecto, que cuenta con unos 10 aljibes restaurados. “Estas edificaciones forman parte del patrimonio cultural de nuestra localidad y queremos cuidarlo para evitar que acabe desapareciendo”, revela Arsenio Valls, presidente del colectivo, quien explica que en el proyecto también se incluye la correcta señalización de estos lugares, “con un cartel indicador en el que aparecerá el mote con el que se conoce a cada propietario”.

Otro de los motivos por el que los 300 socios han iniciado la campaña es la carencia de agua en el monte. “Es muy difícil encontrarla, así que la rehabilitación de los aljibes servirá también para dar de beber a los animales con los que salimos a cazar”, manifiesta Salva Pallarés, secretario del club. Los preparativos ya están listos para iniciar los trabajos de rehabilitación durante los meses de febrero y de marzo, en los que se realizarán tres salidas. “Hemos preparado el material necesario en función del estado de conservación de cada aljibe, ya que en algunos casos ha sido necesario remodelar toda la bóveda y, en otros, fabricar una puerta nueva”. Asimismo, cada estructura también contará con un cubo metálico y una cuerda para que cazadores o senderistas que paseen por la zona puedan extraer agua. Según informan desde el club, cada aljibe conllevará un gasto aproximado de 200 euros.

PRIMERA SALIDA // La primera salida se celebrará el próximo sábado, en la que socios y vecinos acudirán a la partida Rabosero a primera hora de la mañana para visitar y restaurar el aljibe de su propietario, Pepe, conocido como La Toa. En esta actividad también está previsto que se realicen labores de limpieza y adecuación del terreno.

De esta manera, los cazadores de la zona muestran su compromiso con la rehabilitación y conservación de estas antiguas edificaciones heredadas y ponen su granito de arena para “mantener viva la herencia de nuestros antepasados”. H