Los restaurantes de la provincia de Castellón han colgado el cartel de completo con motivo de la celebración de numerosas cenas y comidas prenavideñas. Anoche fue el día de mayor concentración de estos festines que hoy volverán a repetirse y que, según el sector de la hostelería en la provincia, aumentan cada año a un ritmo de entre «el 5 y el 8%», pese a los coletazos que aún persisten de la crisis, confirmaba a Mediterráneo Carlos Escorihuela, desde la Asociación de Empresarios de la Hostelería y el Turismo de Castellón (Ashotur).

Vicente Patiño, responsable de establecimientos como Gambrinus o The Temple Bar en la capital de la Plana, remarcó que hoy sábado la fiesta continuará: «Lo tenemos todo a tope, con reservas incluso de hace un año».

No obstante, muchos se han tenido que conformar con celebrar «comida al mediodía porque han llamado demasiado tarde y ya no quedaban plazas suficientes», confirmaban desde Ashotur. Asimismo, a las tradicionales cenas de empresa, con los hoteles o salones de fiestas como lugares favoritos para concentrar a los empleados, se han sumado, las comidas a petit comité formadas por pequeños grupos como compañeros de sección o de departamento. También se han puesto muy de moda las reuniones de chicas de la empresa y también de chicos por separado. Una tendencia que se va consolidando y que ha generado, aún más, que los restaurantes y bares no den abasto.

Desde 30 euros

Las celebraciones de empresa reúnen a grupos desde los seis comensales hasta los 190 ó 200 personas, dependiendo de la categoría y de si se trata de una multinacional o de una pequeño establecimiento. Las propuestas culinarias del sector hostelero van desde los 30 hasta los 50 euros, aunque el abanico, según el local y el menú, es muy variado.

Tombet y entrecot

Muchos optan por quedar a última hora de la tarde en la tascas de Castellón, junto a Santa Clara, como punto neurálgico de reunión. Después, ya en los restaurantes, las cartas son muy variadas, pero normalmente incluyen entrantes donde no faltan el jamón y el queso y las patatas bravas, y platos tradicionales de la tierra como el tombet de bou, los entrecots y los solomillos de ternera como opciones que triunfan en estas fechas. Los turrones como postre y las copas a cinco euros, serán el colofón de las cenas. Alargar la velada en las discotecas de moda de la capital es lo normal, sobre todo para los más jóvenes.

Las cenas de empresa suponen el pistoletazo de salida en unas fiestas navideñas en las que el sector hostelero tiene puestas todas sus esperanzas. Tras esto seguirán las comidas familiares de Navidad y, después, Nochevieja y el Roscón con menús más elaborados.

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