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Evocación de las antiguas fiestas de la puesta de largo, en el refinado protocolo de lo galante y del vasallaje. De resonancias caballerescas y poesías de juglar. Homenaje de la Germandat dels Cavallers de la Conquesta a les dones de companya en su clásico ball de la dama que, desde tiempo inmemorial, es tributo a la mujer, pero también a la historia y a Castellón, personificado en las nobles damas de palacios reales y heráldica de recuerdo a Jaume I, el rey fundador.

La Esquadra d’Honor de la Germandat fue la perfecta anfitriona de una fiesta en la que Guillermo Babiloni acompañó a Ana Goterris, Na Dolça; Joan Olsina, a Na Ermengarda; Ernest Olsina, a Na Eva; Rubén Giner, a Na Margarida; Víctor Meseguer, a Na Provençala; Quique Clausell, a Na Rama; y Nicolás Gasch, con Marina Redó, Na Violant. Pleitesía, admiración y honores por parte de la juventud incardinada con la veterana institución de Els Cavallers. Rosas e insignias de distinción y singular prestancia de «los custodios, protectores y escuderos de las nobles damas». «Siempre estaremos ahí, contad con nosotros», como concretó Nicolás Gasch, alférez de la Esquadra, quien resaltaba la gala como «punto de encuentro, una vez más, de la gente dels Cavallers y sus secciones internas como son la Milicia Templaria y Bombos y Tambores Desperta Ferro».

Noche de emociones

Gasch mostró su deseo de que el nuevo año de este engranaje de costumbres y rituales «sea especial», que lo disfruten «al máximo en cada uno de los actos», como invocó a las jóvenes protagonistas de una noche de emociones y sentimientos en su parlamento.

Una Esquadra d’Honor cuya visibilidad se refleja en ese acostumbrado y señorial arco de espadas que le hace a la representación femenina de la Germandat dels Cavallers en sus entradas a recintos y espacios de la fiesta.

Dones de companya y Na Violant que bailaron su primer Rotllo i Canya en el arranque oficial del ejercicio de sus cargos, de esa responsabilidad de orgullo y felicidad de encarnar historia y tradición en una velada que contó también con la presencia de las madrinas de las gaiatas 2, Fadrell; 5, Hort dels Corders; y 9, L’Espartera, de especial vinculación y comunión con la más antigua de las instituciones de recreación medieval en Castellón. De solera.