Hay quien se pasa la vida abriendo puertas, y hay quien prefiere tirarlas abajo de una patada. Algo así ha logrado Vanessa Antuña. Recientemente se convirtió en la primera mujer en conseguir el número uno en una promoción de sargentos de la Armada. Antuña atiende a Mediterráneo en una visita estival a Castellón, donde pasó parte de su juventud y donde reside su familia.

--¿Qué recuerdos conserva de su juventud en Castellón?

--Llegué aquí con diecisiete años porque destinaron a mi hermana y guardo muy buenos recuerdos de la ciudad. Mi hermana y mi familia siguen viviendo aquí y siempre que puedo me escapo, vengo y disfruto de las playas y de las atracciones que tiene la provincia.

--¿Por qué decidió ingresar en la Armada? ¿Había algún precedente familiar?

--No había precedentes, pero mi hermana trabajaba en algo relacionado con la seguridad y ayudar al ciudadano (es jefa de prensa de la Comisaría de la capital de la Plana), y esos temas, que están relacionados con la Armada, cuando los conoces te llegan bastante. Además era una opción de estudiar y de promocionar y me pareció una decisión acertada. Primero me presenté a otra opción relacionada con el ejército de tierra, pero no me gustaba tanto. Entonces renuncié y me presenté por la Armada.

--¿Por qué le gustó más la Armada?

--Es más interesante, porque yo era mecánica antiguamente, y ahora de energía y propulsión, que es parecido, y me llamaba la atención porque hay motores muy grandes y equipos diferentes que no sueles tener al alcance.

--¿Ha sido muy dura la formación?

--Estos últimos años sí. Fueron muy intensos porque la formación requiere toda tu atención. Es normal porque vamos a ser sargentos de la Armada y eso requiere una preparación grande. Es duro, pero al final merece la pena.

--¿Ha sentido algún tipo de marginación por ser mujer en un ámbito fundamentalmente masculino?

--No, y tampoco he permitido que en ningún momento hubiera un trato de favor. Eso ha hecho que mis compañeros me traten como una más. No he sentido discriminación. En cualquier cosa, si mis compañeros pueden, yo también. A veces va a tener que abrir un campo que no estaba abierto, pero pienso que cualquier mujer puede hacer lo que quiera. El ambiente en la Armada es bastante masculino, porque la mayor parte del ejército son hombres, pero eso no significa nada. Ahí está el ejemplo de la general (Patricia Ortega, primera general de la historia de las Fuerzas Armadas).

--¿Qué le diría a una mujer joven que tuviera la ilusión de ser como usted?

--Llevo diez años en esta profesión y es muy sacrificada porque pasas mucho tiempo fuera de casa, pero hay mucha recompensa. Toda mujer que quiera hacerlo tiene las puertas abiertas.

--¿Cuáles son los retos del ejército en la sociedad actual?

--A mí los que más me gustan incumben a las acciones en la labor humanitaria, como la Operación Sofía, por el Mediterráneo, de rescate de inmigrantes, o la protección de buques de pesca. Se ve y se conoce poco, pero en la sombra se realizan estas labores.

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