Cuando la ceguera no es obstáculo para tus metas

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Esquiador alpino de élite, cantautor y guitarrista, productor musical, aficionado al surf y estudiante de la Escuela de Artes Escénicas de Barcelona. Nada se resiste al castellonense Gabriel Gorce, quien a sus 26 años ha demostrado con creces que su ceguera no es ningún impedimento para cumplir sus sueños. Siempre positivo, emprendedor y valiente, Gabi, como le conocen cariñosamente sus amigos, constituye un ejemplo de superación para los alumnos del IES CITD Penyeta Roja, el centro deportivo en el que pasó su adolescencia y que ha visitado recientemente para impartir una charla en la que ha animado a los estudiantes a perseguir sus metas.

Esta iniciativa no es, ni mucho menos, una excepción. Cada vez que puede, Gorce, criado en Nules y residente desde hace años en Cataluña para poder entrenar en las mejores pistas de los Pirineos, acude al instituto y pasa una mañana con los alumnos y profesores de un centro que recuerda con cariño. Medalla de bronce en la supercombinada de los Juegos Paralímpicos de Sochi-2014, la historia del castellonense resulta todavía más meritoria si se tiene en cuenta que tuvo que vivir una difícil infancia y aceptar la pérdida de visión paulatina. Una situación que le obligó a madurar a marchas forzadas y que, lejos de agriarle el carácter, como hubiera sido comprensible, no le hizo perder la sonrisa, el positivismo y la amabilidad, que son el buque insignia de su personalidad.

Estudios

Actualmente estudia en Barcelona y comparte un piso, como cualquier otro chico de su edad. Además, rompiendo barreras y prejuicios, el joven acaba de sacar su primer EP, titulado 4 días. Un trabajo discográfico en el que ha compuesto letras y melodías y al que, muy pronto, seguirá un segundo disco, que se presentará en junio. Gorce ha empezado a hacer sus pinitos como productor musical freelance y ha colaborado con profesionales de la talla de Alejandro Abad, creador de temas para Paulina Rubio, David Bisbal o Bustamente, entre otros artistas. «Aunque alguien no vea o no oiga, puede sentir la música desde el tacto y hay que saber que las personas con discapacidad visual son capaces de componer, cantar, estudiar música y lo que quieran», reivindica Gorce.