Hermanos: ¿de verdad que no sabéis qué es lo que va a pasar este 2019? Pues no hace falta ser Sandro Rey para adivinarlo. De momento hasta después del verano vamos a tener una sobredosis electoral que va a dar verdadero asco. Todos los partidos políticos nos venderán sus productos electorales, lo cual está bien. Y empezarán a manipularnos todo lo que puedan para hacernos pensar que los otros no tienen derecho ni siquiera a existir. Lo cual está mal, digo yo.

Y ahí parece ser que vamos a un arco parlamentario y municipal más fraccionado que nunca. Sin bipartidismo (que por lo visto era muy malo) pero con cuatro o cinco partidos, si incluimos al innombrable, que se reparten la tarta electoral de forma muy equitativa.

Ese no sería un problema si los votantes, y sobre todo los militantes de las distintas formaciones políticas, estuvieran dispuestos a perder parte de su discurso por el bien de una idea superior. Pero en España todos somos «cuñados en cena de Nochebuena». O se hace lo que nosotros pensamos (porque tenemos la verdad absoluta en nuestro poder) o se rompe la baraja. Y así está nuestro país: llenito de barajas rotas por el suelo.

Por lo tanto, el segundo semestre del 2019 tampoco necesitamos ser videntes como Rappel. En Cataluña les van a llegar los naipes rotos por las rodillas. En Madrid estarán a la altura de la glotis. Y en Andalucía lo que estará a la altura de la glotis no son precisamente las cartas.

Dice mi horóscopo que este año habrá cuatro eclipses que nos afectarán un montón. Debe de ser por eso por lo que habrán tantas elecciones este 2019.

*Abogado. Urbanista