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Andrew está a punto de pasar de la escuela al instituto y las dudas le invaden, pero nada de eso importa cuando encuentra un extraño libro en la buhardilla de sus abuelos. Tras descifrar la clave para abrirlo llega a un acuerdo con Sigma, una extraña criatura que le enseñará los secretos del Universo siempre que sea capaz de sobrevivir a numerosas y sorprendentes pruebas.

Esta es la sinopsis que realiza Ernest Arnau Marco, autor de Andrew y los gigantes de Newton. El libro «es fruto de mi propia experiencia docente, de preguntas surgidas en clase», manifiesta Arnau. «Por ejemplo», explica, «¿cómo sabemos que la Tierra es redonda? Muchos lectores me han dicho que se sorprendieron al descubrir que hace más de dos mil años ya sabían que era redonda observando los eclipses, e incluso Eratóstenes calculó su radio con un palo. Este tipo de preguntas básicas fueron el punto de partida, conceptos que damos por evidentes sin preguntarnos el motivo en ningún momento».

El libro está pensado para los pequeños de la casa pero seguro que los mayores también lo disfrutarán. «A través de las aventuras de Andrew y Sigma intento, de alguna manera, saciar la curiosidad que todos tenemos por los misterios del Universo, el Sistema Solar, cómo caen los objetos, cómo se orientaban hace dos mil años… Preguntas que interesan a pequeños y grandes. Es de esos libros que pueden llevar a interesantes conversaciones entre diferentes generaciones», indica Arnau.

A la hora de calificar la obra, el autor de Moncofa aclara que «es especialmente difícil quedarse solo con tres adjetivos, pero por mi parte considero que Andrew y los gigantes de Newton es un libro aventurero, curioso y, sobre todo, muy divertido».

Una lectura de verano

Tal y como señala Arnau, el relato comienza con Andrew buscando un libro para el verano pero en realidad es una lectura para cualquier momento. Ahora, con los calores estivales, puede servir para que los más pequeños conozcan a grandes científicos como Hipatia, Ptolomeo, Galileo, Newton, Turing… pero sobre todo para responder a esas preguntas básicas de las que hablábamos antes.

Por su parte, Arnau se muestra especialmente agradecido por el apoyo recibido desde distintas entidades culturales y administrativas. «He tenido mucha suerte con Jesús, de la editorial Nivola y sus grandes consejos. También la buena acogida y visibilidad por parte de la Federación Valenciana de Divulgación Científica (FeVaDiC) y la asociación Sapiencia. Es muy emocionante que entidades tan importantes como FeVaDiC y Sapiencia, con el excelente trabajo en divulgación que realizan, recomienden Andrew y los gigantes de Newton».

En definitiva, se trata de un libro de aventuras a través del que «los pequeños de toda la provincia podrán descubrir la ciencia de forma totalmente diferente, en un formato más ameno y divertido». El lector podrá viajar de la mano del protagonista a la época de Ptolomeo, Hipatia, Galileo o Turing, entre otros muchos, con un relato apasionante y ameno para pasar un verano científico y muy divertido.