La distopía es un mundo imaginario, un futuro que se considera indeseable y es lo que vi en una pesadilla que tuve, terrible. Vi España dividida en primero 8, luego 17 y después en más de 50 naciones diferentes, cada cual a la suya. Solo tenían en común las normas represivas con sus ciudadanos que implantaron justo antes del caos. La otrora libertad de la que gozábamos en el 78 había desaparecido bajo los regímenes comunistas y totalitarios que prohibían ser librepensador o cualquier otra cosa que no fuera aceptada por el partido único de cada sitio, en el que se habían coligado todos sus compinches, mientras prohibían todos los demás partidos.

Triunfaba la insolidaridad, los mininacionalistas, el ecologismo extremo, el feminismo radical, la anarquía y la violencia. Papá Estado controlaba los medios de comunicación y de producción. La pobreza reinaba y faltaban artículos básicos. Todo el mundo era triste y miserable, salvo la clase dirigente que hacía lo que quería, vivía en zonas reservadas con grandes casas, lujo y muchos guardaespaldas. Ellos tenían todo lo que faltaba a los demás. Había que ir con mucho cuidado porque te vigilaban constantemente y si te habías salvado de la gran depuración que hicieron al tomar el poder, no debías infringir sus normas porque la represión era brutal. Qué agobio, me desperté y respiré hondo, era un sueño. Me levanté, empecé a leer el periódico, vi lo que está pasando en España y pensé que, si todo seguía adelante, acabaríamos como en la pesadilla. ¿No sería una premonición? Entonces sí que me entró agobio.

*Notario