Tengo la impresión de repetir lo vivido en el año 2008, con una crisis económica galopante que se nos venía encima, con Zapatero no haciendo nada para impedirla e incluso negándola. Con el famoso debate de Manuel Pizarro y Solbes, donde el primero anunciaba malos tiempos y en el que Solbes mintió como un bellaco, como ha reconocido él mismo. Así nos fue a todos, con la peor fase económica de la España reciente, millones de parados, muchos indignados que deberían reflexionar su parte de culpa en esos acontecimientos.

Hoy llega el momento de decidir, de nuevo, qué queremos. Todos los analistas coinciden en que viene una recesión a nivel internacional a la que en el caso español hay que sumar los daños producidos por los independentistas catalanes y por los antisistema y también por la enorme deuda pública (100% PIB). Pinta mal. Se deberían tomar medidas para hacerle frente con coherencia.

LA ECONOMÍA es clave para el bienestar del país y el de cada cual de nosotros. No ayudan las medidas demagógicas que nos cuestan miles de millones, ni la fiscalidad brutal, ni más estatalismo o recortar libertades individuales. Lo primero es controlar el gasto público, fomentar empresas productivas y permitir que los ciudadanos tengan trabajo y se genere consumo y crecimiento. No se trata de derechas o de izquierdas, términos desfasados y que solo dividen. Se trata de mantener un sistema, mejorable, pero con el que nos ha ido razonablemente bien o cargárselo y caer en un pozo ciego de sectarismo, ruina y paro, otra vez.

*Notario