Hasta 30 establecimientos del centro de Castellón se han volcado en favor del derecho al empleo de las personas con síndrome de Down y/o discapacidad intelectual permitiendo que se convirtieran en camareros, dependientes, en definitiva, trabajadores. Una iniciativa que parte de la Fundación Síndrome de Down de Castellón con motivo del Día Internacional del Trabajo, que se celebra el próximo lunes, 1 de mayo.

Con el lema Plaza Santa Clara por la integración laboral, el acto se desarrolló en el corazón de la ciudad. Jóvenes con síndrome de Down o discapacidad intelectual desempeñaron en tiendas, bares y cafeterías ubicadas alrededor de las plazas Pescadería y Santa Clara y el Mercado Central tareas propias del puesto de trabajo. Sirvieron cafés, atendieron a los clientes, tomaron nota de los pedidos... como cualquier trabajador.

El objetivo es visibilizar que están sobradamente preparados para desempeñar una actividad laboral no únicamente un día, sino durante todo el año. La iniciativa tuvo muy buena acogida por parte de los clientes, que no duraron en destacar que este tipo de acciones son necesarias y que deberían repetirse más a menudo. A su vez, los establecimientos colaboradores se muestran satisfechos y animan a otras empresas a que den el paso y una oportunidad laboral a personas con discapacidad intelectual. Además, se instaló una mesa para informar sobre el servicio de formación y empleo de la entidad. Esta actividad tenía por objeto reivindicar un trabajo digno para todos, impulsando la visibilidad de las personas con síndrome de Down y/o discapacidad intelectual, mostrando sus capacidades, habilidades, y reclamar a la sociedad que cambie el chip para lograr su plena integración dentro del mundo laboral.

Una década de iniciativas

Unos 30 jóvenes con síndrome de Down y/o discapacidad intelectual trabajan en empresas y entidades de la provincia. La fundación de Castellón lleva más de 10 años desarrollando iniciativas que favorecen la integración laboral de sus usuarios y cada vez son más los que acceden a un empleo, gracias a la formación que reciben en los cursos de la entidad y al Servicio de Empleo con Apoyo. Sin embargo, desde la fundación recuerdan que de las más de 23.000 personas con este síndrome en edad de trabajar que hay en el país, al 95% nunca se le ha dado la oportunidad de demostrar su valía.