Hace unas semanas asistimos a otro episodio de la lamentable política que se lleva a cabo por estas tierras. El diputado socialista en el Congreso Artemi Rallo afeó al PP la falta de compromiso con Castellón, exigiendo que Mariano Rajoy se pusiera a gobernar y a atender como se merece a esta provincia. Lo curioso es que esa misma semana vimos a la senadora por el PP Salomé Pradas criticando la lamentable burla que supone que el PSOE de Valencia solo destinase seis mil euros para regenerar la arrasada Serra d’Espadà.

Así pues, ¿en qué quedamos, señores diputados y senadores? ¿El PP es el partido que desde Madrid desprecia a la provincia de Castellón o es el PSOE el que desde València ningunea a esta tierra? Parece que, según el lado ideológico y emocional desde el que se mire, los malos, los que pasan de Castellón como de comer mierda, siempre son los otros, los de enfrente, los adversarios. Y mientras tanto, los ciudadanos, aquí estamos. Viéndolas venir.

Por último ahí tenemos a Compromís, con Joan Baldoví a la cabeza, que debería estar aprovechando su estratégica posición en el Congreso para lograr grandes cosas para Castellón. Pero antepone su ideología a la consecución de resultados, y claro, así nos luce el pelo. Los nacionalistas vascos y catalanes rascan de donde sea. Los nacionalistas valencianos no tocan bola.

*Escritor