Una sentencia de la Audiencia Provincial de Sevilla condenó a 19 altos cargos socialistas de la Junta de Andalucía, entre otros Griñán, Chaves o Magdalena Álvarez, ministra de Zapatero. Considerando que los hechos probados son constitutivos de un delito de prevaricación y malversación de caudales públicos, algunos ya condenados por el caso UMAX y muy probablemente volverán a serlo en los 187 juicios que todavía les esperan. Aquí se declaran defraudados 680 millones de euros en fondos públicos, se han recuperado 15 (el 2%). Lo demás, casi imposible porque se han dejado prescribir y se ha obstaculizado la instrucción, pobre Mercedes Alaya, por parte de los gobiernos del PSOE andaluz.

Es sin duda el mayor escándalo de corrupción de la historia española, en clara pugna con el pujolismo. Consiguió perpetuar al partido en el gobierno y ser líderes en paro, fracaso escolar y menor renta per cápita. Por menos se echó a Rajoy, y es que la corrupción es inaceptable, pero para todos. No solo la que viene de un lado, debería tener las mismas repercusiones políticas, sociales y penales en todo caso. Pero habrá que felicitar a quien se ocupe de la ocultación mediática de la que afecta a los progresistas, incluyendo financiación venezolana.

O no nos enteramos, o se cubre inmediatamente con la inestimable colaboración de algunos medios de comunicación que unas cosas las magnifican y otras las ocultan. Han pasado apenas unas semanas y nadie se acuerda, ni devuelven la factura y ha tenido nulas consecuencias políticas. Para algunos todo vale si es de los suyos.

*Notario