Todavía hay un rechazo cultural de los payos a los gitanos, pero también del pueblo romaní a otras culturas. «Jurídicamente somos iguales, pero socialmente, todavía no», aseguró ayer Juan Jarque, graduado en Humanidades, Historia y Patrimonio, vicepresidente de la Fundación Punjab y presidente de la Unión de Vendedores Ambulantes (Udeva), quien ejerció de ponente en una jornada que analizó la realidad actual de los calós en el Día Internacional del Pueblo Gitano, organizada por el Ayuntamiento de Castelló, a través del Observatorio Municipal de Inclusión Social Gitana.

«Hemos de caminar unidos, huir de los estereotipos y erradicar los prejuicios entre ambas comunidades» para revertir la situación, explicó. «Tenemos que ofrecer los mejor de nosotros mismos», señaló Jarque, quien reconoció: «Los gitanos vamos de víctimas con nuestros estigmas y tenemos que hacer un esfuerzo para cambiar las mentalidades, aunque hay mucho ganado».

Jarque ha realizado un estudio acerca de la Gran Redada de Castelló, también conocida como Prisión General de gitanos de 1749 y cómo vivió el pueblo gitano dicho proyecto de exterminio, «en lo que en aquel tiempo era lo políticamente correcto», manifestó.

Mientras, el concejal de Bienestar Social del Ayuntamiento, José Luis López, aseguró que «hay que acabar con la imagen tan estereotipada que lleva arrastrando los romanís a lo largo de su historia, visibilizando a personas con estudios y un claro proyecto de vida y haciendo de esta ciudad un espacio cada vez más inclusivo e intercultural», detalló el edil socialista.

La historia silenciada

Por su parte, Sandra Salazar, graduada en Historia y Patrimonio y profesora del programa Promociona de la Fundación Secretario Gitano, habló acerca de la campaña Lección Gitana, orientada en dar a conocer la historia silenciada de persecución y dolor de la comunidad. Unas ponencias que se desarrollaron en el centro el Menador en una jornada en la que en algunos puntos de la ciudad se mostraron rostros de jóvenes gitanos de Castelló, «una exposición de fotografías de personas que han sabido compaginar su trayectoria profesional con su identidad cultural, pese a la marginación», justificó López Ibáñez.

Por su parte, la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, dijo ayer que el «antigitanismo, como la xenofobia o la aporofobia, son construcciones sociales, productos culturales, edificados sobre la base de tópicos, estereotipos y prejuicios que hay que contrarrestar».

En otro orden de cosas, la portavoz del Partido Popular (PP) en el Ayuntamiento de Castellón, Begoña Carrasco, reivindicó «la necesidad de seguir trabajando en todos los ámbitos, y muy especialmente desde la educación, por la igualdad de los derechos». Fue tras una reunión con el presidente de la Fundación Punjab, Enrique Giménez, en la que se comprometió a abordar el abandono escolar, con comunidades de aprendizaje, el desempleo, con planes específicos y la falta de viviendas, con una adjudicación transparente.

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