Nadie podía presagiar lo que ocurriría aquel 25 de mayo de 1938 a las 7.30 horas en Benassal. Aviones pertenecientes a la Legión Cóndor de la Alemania nazi gobernada por el canciller Adolf Hitler bombardearon la localidad castellonense sin motivo aparente. El miedo y la conmoción se apoderaron de los habitantes que, sin dudarlo ni un solo momento, decidieron ponerse a salvo para preservar su vida, o por lo menos intentarlo. Nueve bombas de 500 kilos acabaron con la vida de 15 personas que se sepa.

Ares del Maestrat, Albocàsser y Vilar de Canes fueron las otras tres localidades de la provincia de Castellón que corrieron la misma suerte que Benassal. En total, los aviones alemanes lanzaron 36 bombas y dejaron 40 víctimas mortales.

Todo esto y más se recoge a lo largo de hora y media en el documental Experimento Stuka, dirigido por Pepe Andreu, quien explica a Mediterráneo que ha sido un trabajo laborioso que les ha ocupado tres años, «pero estamos contentos con el resultado que vamos a obtener». «Estamos en la fase de posproducción y esperamos poder enseñarlo a finales de año o como muy tarde a principios del que viene», apunta Andreu.

Un documental que, además de contar con los testimonios de personas que vivieron esos bombardeos, cuenta con la participación de un elemento determinante en este caso, el miembro del grupo de la Recuperación de la Memoria de Benassal, Óscar Vives, quien rescató del pasado este acontecimiento histórico.

Preguntado por cómo lo consiguió, explica: «Compré un libro escrito por Antony Beever que hablaba de la guerra civil y ahí es donde este escritor dice que encontró en un archivo una carpeta con fotografías de los terribles acontecimientos sucedidos en la provincia en esa época, estaba todo documentado».

«Pese a que este hecho pillara por sorpresa a los vecinos de las cuatro localidades afectadas, en Alemania lo tenían todo planificado al milímetro», explica. «Ellos querían probar los efectos que provocaban las bombas de 500 kilos, a cuántas personas podía matar y cómo quedaban las inmediaciones sobre las que lanzaban los proyectiles». Situación estremecedora donde las haya. «Todos sabemos que se produjeron esos bombardeos, pero no hemos sabido por qué hasta ahora que han pasado 75 años», dice.

«En los registros figuran 40 víctimas mortales, pero seguro que fueron más», menciona. «La localidad menos perjudicada fue Albocàsser y eso que fue sobre la que más bombas lanzaron, 12. En Benassal y Ares cayeron 9 y en Vilar, 6», apunta el también docente en la Universitat de València.

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