El pasado fin de semana se celebró en el Molí de la Font el tradicional Homenatge a Tombatossals, acto que me trae remembranzas de tres grandes amigos, Matilde Salvador, Miquel Peris y Quiquet de Castalia, que fueron sus impulsores más decididos hace más de 30 años, queriendo honrar recuerdo del popular relato sobre el mítico gigantón local que lleva su nombre, al que dio vida la romántica prosa de Pascual Tirado. En sus páginas se narra la partida y el posterior retorno, desde el citado e idílico paraje castellonense, de la escuadra comandada por Tombatossals para la conquista de las Islas Columbretes. El popular molino era movido por una fuente que brota a sus pies, bautizada con un romántico nombre que no es otro que el de la Font de la Reina. Algunas veces se me ha preguntado a que obedece tal denominación, pensando muchas personas que hace referencia a la reina Violant, esposa de Jaime I. Pues bien, no es así.

Se cuenta que vencido Amílcar Barca en la primera guerra púnica y asesinado en Hispania, su hijo Aníbal reanudó la guerra contra Roma atacando a la ciudad de Sagunto, aliada de aquella. Refiere Llorens de Clavell, el erudito cronista ilustrado castellonense del siglo XVIII citando a Silio Italico, que Aníbal, tras la toma de Sagunto, desposó a la reina Himilec en la zona de la Fuente de la reina, haciendo referencia al mito de Castalia, y señalando que el manantial tomó ese nombre en homenaje a la soberana púnica. Sin duda, la fantaseada historia de los imaginativos cronistas tiene mucho más encanto que la prosaica realidad documental. H

*Cronista oficial de Castellón