Dentro de cinco días celebramos el Día Internacional del Libro, recordando, además, que el 23 de abril del 1616 fallecían Cervantes, Shakespeare y Garcilaso. Numerosos actos conmemorativos tendrán lugar ese día con el fin de fomentar la lectura, especialmente, y divulgar las bondades del libro.

No obstante, la llegada de los medios electrónicos plantea serios interrogantes en torno a la persistencia del actual modelo de libro, y a este respecto las opiniones son diversas. Una de ellas, en forma de advertencia, es la que hacía Umberto Eco: «No esperéis libraros de los libros». Admonición que a algunos nos tranquiliza, aunque creemos firmemente que los libros no desaparecerán, pero sí, en un futuro, sufrirán una evolución. Los entendidos dicen que las enciclopedias desaparecerán y se publicarán electrónicamente, como ya está ocurriendo, así como también lo harán los libros de consulta. En cambio, sobrevivirán los libros de lectura, que, sin duda, pueden leerse más fácilmente en cualquier parte y situación.

Dicen también que las nuevas tecnologías influirán sustancialmente en sectores como el de los medios de comunicación, periódicos especialmente, cuya utilización del papel puede ser sustituida íntegramente.

Lo importante es que el fomento de la lectura prevalezca. Una casa sin libros es una casa sin dignidad, dicen.

*Profesor