Envuelto en los dimes y diretes de la prensa sobre el “bajón cultural”, la extinción del antiguo CulturArts y el nuevo Instituto Valenciano de Cultura y su repercusión en nuestra ciudad y provincia, este viernes pasado asistimos al Auditori, con numeroso público en sus butacas, para escuchar a una de nuestras más emblemáticas agrupaciones, la Orquestra Simfònica de Castelló, dirigida por Henrie Adams, con un programa atractivo: Sueño de una noche de verano, de Mendelssohn, y la Sexta de Beethoven. Una interpretación justa y brillante, con elogiosos comentarios.

Pero lo innovador del concierto se produjo por la mañana en la que tuvo lugar la sesión de ensayo con la presencia de un público joven, niños en edad escolar, educado, atento a la música y a las explicaciones. Un ensayo didáctico al que acudieron dos autoridades de Educación, quienes también elogiaron la labor realizada.

Es una verdadera lástima que por motivos de gestión las actividades culturales se encontraran faltas de un ejecutivo para agilizar el estado actual, pues no cabe duda de la existencia de una calidad en las agrupaciones musicales, amén de otros sectores. Tenemos “envoltorios” adecuados (Auditori, Teatro Principal, Teatre del Raval, etc.) y “contenidos” de calidad en nuestra capital y provincia. Solo falta ponerlo a punto y contar con poder de decisión. Es el tan esperado gestor cultural de inminente nombramiento. H