La música inspira, hace sentir, acompaña, divierte o incluso puede llegar a indignar. Como otras expresiones artísticas puede concebirse como mero entretenimiento o convertirse en una buena herramienta para reivindicar, romper tópicos o despertar conciencias.

Algunas canciones pueden llegar a convertirse en un símbolo, por el que muchas personas se sienten identificadas la mayoría de las veces de forma espontánea, como ha sucedido con Mil libros, un rap creado por un joven músico de la Vall d’Uixó, Sergio Ortega, que solo quería romper estereotipos, pero ha logrado mucho más.

OTG, su nombre artístico, quería escribir sobre el rap, acabando con tópicos como que los cantantes de este estilo musical «son gente callejera, tipos incultos y chungos», que se dedican a retarse con letras agresivas, como reflejo de un sector de la sociedad marginal que quiere mantenerse al margen.

Por eso escribió Mil libros. «Es mi manera de demostrar que esas creencias negativas no son ciertas y que el mundo del rap es mucho más amplio de lo que la gente puede imaginar», explica.

Esta fue la primera canción que subió a Youtube y le «sorprendió mucho la acogida», que algunas personas le dijeran que «les ayuda a desconectar». Y lo consigue recurriendo a Baudelair, El Quijote o La Odisea, recordando clásicos como Crimen y castigo, La Celestina o Alicia en el País de las Maravillas; a Dante y su amor imposible por Beatriz, o las Mil y una noches, para acabar construyendo un mensaje con un lema que resume su intención: «Mil libros para definir tu alma, conquistar el mundo entero sin armas». En la misma canción, Sergio asegura que quiso vivir hoy y se perdió «ayer», porque personalmente ha encontrado en la literatura y los poetas clásicos su fuente de inspiración, no como una elección al azar para adornar sus letras, sino por «convicción».

Y todo podría haber quedado en una canción de rap más con un mensaje de peso sino fuera porque unos profesores de instituto la escucharon y comprendieron que tenían una gran oportunidad en sus manos: reconocer el trabajo de un exalumno y despertar el interés de los actuales hacia la literatura.

Banda sonora

El IES Benigasló de la Vall d’Uixó ha decidido que Mil libros de OTG, para ellos Sergio, se convierta durante este curso en la banda sonora de todas las actividades que organicen vinculadas con la promoción de la lectura.

«Para mí es un honor que mi antiguo instituto, mis profesores, hayan pensado en mí para que las nuevas generaciones se adentren tanto en el mundo del rap como en el de la literatura», asegura. Y lo hace con cierta melancolía, porque el origen de OTG está en «la poesía que escribía en el instituto antes de conocer el rap», al que está dedicando la mayor parte de su tiempo desde entonces. Una apuesta decidida que le ha llevado incluso a montar un estudio de grabación en su ciudad, Sun Valley Studio, junto a DJ Sinic y Álvaro con H.

El ritmo le rodea y se dedica a ella tanto como OTG como con el grupo MKS junto a Grajo, Elkom y DJ Sinic. Su compromiso es que lo que escribe y canta siga dejando huella.

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