Un valiente, un héroe y sobre todo un ejemplo a seguir. Alguien con la educación, principios y valores que todos deberíamos tener pero que por desgracia hoy constituyen un rara avis. Educación que viendo el sereno comportamiento de su familia se entiende perfectamente. Su actuación es conocida, al presenciar a unos individuos que apuñalaban a una mujer fue de modo instintivo a defenderla, armado con un monopatín frente a cuchillos de grandes dimensiones, uno de los cuales le clavaron en y por la espalda. Lo asesinaron cobardemente junto a otras muchas personas que engrosan la larga lista de víctimas inocentes del terrorismo integrista musulmán. Fanáticos islamistas enloquecidos que presentan un gran problema porque aquí no cabe el buenismo. Si alguien quiere matar y morir, evidencia que además de ser un psicópata no puede entablarse ningún tipo de dialogo con él, ni esgrimir razones que no le importan. Solo cabe abatirlos, como hace la policía, para cortar sus carreras criminales y destructivas. Frente a esta gentuza, Ignacio, un español en tierra extraña, reaccionó. Si todos hiciéramos lo mismo se solucionarían antes estos desastres, pero no todo el mundo es un héroe y la mayoría solo corre para salvarse, es humano y comprensible. Algunos, parapetados tras la mediocre sociedad de los últimos tiempos, no ensalzan estas actitudes e incluso piensan que es de tontos, que pena dan. Yo le admiro y creo que se merece todas las distinciones y honores que se le den. Porque los terroristas asesinos solo merecen desprecio y exterminio y los héroes honores y permanecer en la memoria.

*Notario