Romper con las reglas no es fácil. No solo requiere de esfuerzo, sino que además puede granjear cierto rechazo entre quienes prefieren no salirse del margen. Las propias convicciones y el convencimiento de que la evolución y la innovación no son enemigas de las tradiciones son las claves para marcar la diferencia, y de eso saben bastante los integrantes de la falla Ja Estem Tots de la Vall d’Uixó, una comisión empeñada en hacer de esta fiesta, patrimonio inmaterial de la humanidad, algo vivo capaz de abrir sus puertas a las aportaciones. Y no les está yendo nada mal.

Su último logro, convertirse en los autores del mejor llibret fallero de la provincia de Castellón y los primeros en conseguir un distintivo autonómico de estas características en la ciudad.

El patrimoni del temps podría describirse como la consolidación del proyecto que iniciaron hace 5 años. Por aquel entonces, un representante municipal les dijo: «Os durará la tontería dos semanas». Un augurio con bastante mal tino, porque un lustro después ya son 350 abonados, entre adultos y niños.

Las tradiciones son la esencia de las fallas y gracias al esfuerzo de todas las comisiones de la Vall esta fiesta sobrevive al paso del tiempo. Pero Ja Estem Tots reivindica que en ese proyecto común caben todos», tal y como insiste su presidente, Jorge Marqués.

Más que un ‘llibret’

Su llibret fallero tiene el mismo contenido que puede tener cualquier otro: programa, publicidad de los colaboradores, un avance de lo que será su monumento (que un año más será confeccionado por ellos mismos), el saluda de las falleras mayores (María Plazas Martínez y Daniela Esteve Aledón...) y el relato de un niño de mediados del siglo XX que sale a la calle en la ciudad de la época y realiza un recorrido por el pasado y la identidad de su pueblo, a través de la pluma de los colaboradores. Así han marcado la diferencia, además de con un diseño cuidado y su finalidad benéfica. «El libro no se vende, pero pedimos la voluntad. Todo lo que se recaude lo destinaremos a la Associació d’Alzheimer de la Vall», dice Marqués.

Cinco años han pasado desde que iniciaron su andadura con una filosofía clara: «No sabemos dónde vamos a llegar, pero no tenemos miedo de llegar a ningún sitio». De momento, ya han recibido un regalo de cumpleaños en forma de reconocimiento, aunque el premio que más ansían es demostrar que pensar y hacer diferente enriquece.

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