Una cata de tomate tradicional, celebrada en la localidad de Sot de Ferrer, descubrió la gran riqueza que todavía conserva la comarca del Palancia por el cultivo de herbáceas y especialmente por las 86 variedades de tomate que se han dado cita en la singular muestra que de forma itinerante alcanza este verano su tercera edición.

Poner en valor las semillas tradicionales, recuperar las antiguas variedades a punto de perderse y fomentar el cultivo del tomate local y comarcal en la agricultura de la provincia es el objetivo fundamental que llevó a un grupo de vecinos de la comarca a crear, hace cuatro años, el Banco de Semillas del Alto Palancia (BSAP).

Con motivo de ello, esta asociación organizó la tercera edición de la Cata del Tomate Tradicional del Alto Palancia, el pasado domingo en el patio de las antiguas escuelas de Sot de Ferrer. Allí se expusieron un total de 86 variedades tradicionales que se han plantado en esta zona históricamente y en regiones cercanas, donde se han podido probar muchas de ellas.

De forma paralela se desarrolló una mesa redonda sobre la nueva normativa autonómica de venta directa de productos agrícolas y ganaderos. Acto que contó con la presencia del subdirector de Agricultura y Ganadería, Viçent Marzà; Juan Clemente, miembro de la Plataforma soberanía alimentaria; y también el teniente de alcalde de Sot de Ferrer, Álvaro Romero.

El Banco de Semillas del Alto Palancia (BSAP) pretende darse a conocer con este tipo de actividades ante los vecinos del Palancia. El objetivo de estas catas es promocionar el Banco de Semillas, trabajar para que los agricultores y vecinos produzcan variedades autóctonas tradicionales y pongan el valor las diferentes variedades, tanto del Palancia como de otras comarcas limítrofes, con el fin de evitar que los nuevos cultivos desbanquen al producto autóctono de toda la vida.

Además de estar consiguiéndolo, el BSAP trabaja además para introducir otras variedades cercanas. Los tomates del Alto Palancia son uno de los productos estrella de la gastronomía de la provincia de Castellón y su promoción es muy importante para darlos a conocer tanto en el resto de España como internacionalmente. El prestigio en el mundo de la gastronomía está cada vez más valorado y premiado y los productos locales son como joyas que los ayuntamientos cuidan como a un hijo. Las variedades autóctonas de la provincia son cada vez más reconocidas a nivel nacional e internacional e incrementar su prestigio es el objetivo de todos los pueblos junto con el apoyo de la Diputación de Castellón. H