Todos nos esforzamos todos los días, tenemos que ser felices, y los sueños y retos que nos proponemos pueden hacerse realidad». Denominador común de las argumentaciones ayer de los participantes en una mesa redonda sobre el espíritu de superación, organizada en el centro cultural La Bohemia y en el marco de las celebraciones del 25º aniversario de la Coordinadora de Asociaciones de Vecinos de Castellón (Coasveca).

Carlos Laguna, presidente de Cocemfe; David Mata, duatleta con discapacidad física; Abdel Ait, plata paraolímpica de maratón en Río 2016; y María del Carmen Beltrán, madre de la nadadora Ariadna Edo, dieron lecciones de humanidad superlativa, de sencillez y de coraje para afrontar el día al día «ante las dificultades». Laguna fue tajante al afirmar que «la constancia permanente hace posible alcanzar las metas y los objetivos». «Una lucha que es por ti mismo, pero, fundamentalmente, por los demás, como una especie de retroalimentación», detalló Laguna, que vino a decir que «todos hemos salvado obstáculos y eso quiere decir que nos hemos superado». «Y no necesariamente hay que tener una gran fuerza mental, sino aprender a convivir con uno mismo y conocer cuáles son tus potenciales, y también tus límites», manifestó el presidente de Cocemfe en la charla.

Ninguno de ellos se considera un héroe. «Somos personas normales que hacemos nuestras vidas; ni mejores, ni peores, si no vivimos la vida y hay gente que nos empuja para ello», relató el almazorense David Mata. «En mi casa, mi mujer, mis hijos y mis amigos me respaldan continuamente», asegura este deportista modelo, que hace 20 años se quedó sin brazos por un accidente laboral. «Me supero por mí, pero, fundamentalmente, por los demás», advierte Mata, quien confiesa ser absolutamente «feliz». «Hay que salir adelante», relata.

Una felicidad radiante la de Abdel Ait, que elogió a la gente que apostó por él. «El deporte te ayuda a superar muchas cosas y, sobre todo, te impulsa a valorar lo que tienes, no lo que no tienes», dijo el subcampeón paraolímpico, que perdió un brazo tras caer a un pozo en su Marruecos natal, de donde salió en patera para llegar a España.

«No a la sobreprotección»

Para a la madre de Ariadna Edo, hay un aspecto importante en la superación personal, y más cuando se trata de un discapacitado: «Hay que dejar a los hijos que hagan lo que les guste, no hay que sobreprotegerlos, que vayan descubriendo cada uno sus valores y capacidades». «Eso es lo que ocurrió con mi hija, discapacitada visual, cuando en un campamento de la ONCE vieron en ella unas cualidades deportivas que hasta entonces nadie vimos», explicó, e invitó a los padres con hijos discapacitados a que «no tengan miedo y apuesten por las cualidades» de sus vástagos porque «los sueños de cualquiera se pueden cumplir con afán de superación».

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