Otro año más, la Llosa ha cargado de munición a Buñol para celebrar la 74ª edición de la Tomatina. A través de la empresa Citrimed, la localidad castellonense ha transportado al pueblo valenciano hasta 160.000 kilos de tomates pera, la variedad típica de la provincia por la humedad del terreno. Y ya está todo listo para hoy, el día D de la gran cita.

No obstante, del envío, 15.000 se distribuyeron ya el pasado viernes para la fiesta infantil celebrada el sábado, que se anticipa a hoy. Para la gran Tomatina se han preparado 145.000 kilos, que pusieron rumbo a Buñol ayer en ocho camiones bañera bien cargados.

Ser el mayorista oficial de una fiesta tan reconocida como la Tomatina «es una indudable promoción del municipio», según el alcalde de la Llosa, Ximo Llopis. Además, el munícipe cuenta que muchos medios de comunicación nacionales se han dirigido a la empresa encargada del suministro para documentar cómo se cargaban los tomates y se ponían en marcha hacia el sur.

El alcalde, el empresario y varios trabajadores, ayer. - MEDITERRÁNEO

Aquí no se tira nada

Aquí no se tira nada Lanzar esta fruta y acabar coloreando las calles de rojo da pie a pensar que es un desperdicio de comida. No obstante, el alcalde de la Llosa cuenta que los tomates que toman dirección a las fiestas veraniegas de Buñol, no se pondrían a la venta por su tamaño y falta de frescura y calidad. «Se trata de lo último que queda de la mata de tomates, por lo que no tienen la suficiente calidad para venderse al público. Los que comercializamos en la Llosa son grandes y frescos, mientras que los que llevamos a la Tomatina son bastante más pequeños. Son ideales para la fiesta», aclara.

De hecho, estos tomates siguen un proceso específico para poder utilizarse en la Tomatina. En primer lugar y tras arrancarse de la mata, se refrigeran durante un tiempo y después se exponen unas horas a temperatura ambiente. Es este contraste entre el frío y el calor el que consigue ablandar la fruta para que se adecue a los lanzamientos que se requieren en esta famosa y divertida guerra veraniega, de la cual es responsable la Llosa.