Día internacional del Asperger, ayer, en todo el mundo, y en la provincia, jornada de visibilización de este síndrome, que se enmarca dentro del nivel leve de los trastornos del espectro autista (TEA). Y para apoyar a los afectados y a sus familias existe la Asociación Asperger Castelló, que aglutina a 122 hogares. El asperger es difícil de diagnosticar, explican, al no presentar signos físicos ni de discapacidad intelectual evidentes. Una adecuada identificación y atención temprana, un buen apoyo familiar, una apropiada respuesta educativa y social, predicen un mejor ajuste social, personal y emocional ya en la vida adulta.

Sara cuenta su caso. «Mis padres advirtieron que, desde pequeña, mi forma de comportar y relacionarme no era como la de los demás. Acudí a innumerables psicólogos y logopedas, sin respuesta clara». Un día, su madre, leyendo un artículo sobre el síndrome en una revista de moda, la vio representada en aquella descripción. A partir de entonces, visitaron especialistas, y, tras varias sesiones, le dieron una respuesta: era Asperger. Por aquel entonces ya tenía 30 años.

En su día a día, no encuentra conflictos, «siempre y cuando vaya siguiendo mi rutina». Y pese a que el asperger plantea dificultades, sobre todo de carácter social, Sara ha aprendido a desarrollar aptitudes que le ayudan a salvar obstáculos y le permiten llevar una vida normal. «Solo mis más allegados lo saben. Es importante que mis familiares y amigos lo conozcan, para que puedan entenderme y no malinterpreten mis sentimientos y comportamientos. El resto no me plantea grandes problemas. Desde siempre me conocen así», añade.

Señala que «en ocasiones los medios no acaban de transmitir con claridad cómo somos. Se exageran nuestras características o dificultades. Así ocurre con ciertos personajes televisivos como Sheldon Cooper, de Big Bang Theory», serie de la que se declara «fiel seguidora». «Una cosa es la realidad y otra la ficción. No por conocer a un personaje televisivo conocen a una persona de verdad. Ni somos enfermos ni bichos raros, solo afrontamos las situaciones de modo diferente. Tenemos una forma de ser peculiar, que tal vez la sociedad no acaba de entender, pero ni negativa o inferior». Pide «que se abra su mente y no se cierre en un modelo de comportamiento prestablecido. «Me he enfrentado a situaciones en las que no han sabido entender mi comportamiento o mi forma de actuar y ello ha hecho que en muchas ocasiones me haya sentido rechazada, cuando mi intención nunca ha sido herir a nadie».

Ha conseguido muchos logros académicos, profesionales y personales. «Tengo carrera universitaria, carnet de conducir, vivo de manera independiente en mi casa, trabajo en un despacho. He tenido que esforzarme más, enfrentarme a situaciones y demostrar aptitudes más que otros para que se me tomara en setio y alcanzar mis objetivos». Y no hubiera sido posible «sin la ayuda y apoyo incondicional de mi familia».

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