El Palau de Congressos de Peñíscola recibe hoy, a las 22.00 horas, la visita del cómico Luis Piedrahita, quien tiene una cita con un público avispado sediento de humor inteligente. Mediterráneo entrevistó al popular monologuista, quien con su nueva obra, Las amígdalas de mis amígdalas son mis amígdalas, buscará asombrar a los asistentes haciendo uso de su ingenio.

- -¿Cómo entiende el humor?

--Lo entiendo como un arma de construcción masiva. En la vida hay demasiadas penurias y el humor es como un bálsamo que construye. Al igual que el amor, no soluciona los problemas, pero ayuda bastante.

--¿Es fácil reírse de sí mismo?

--No queda otro remedio ya que es como una asignatura pendiente para poder ser un poquito más feliz. Es esencial en la vida para ir bien lubricado y sin escozores.

--¿Cómo se encuentra el equilibrio entre lo patético y lo gracioso?

--A todo el mundo no se le puede gustar, lo importante es que te guste a tí. El patetismo no es nada malo, uno ha de estar contento con lo que hace, sea lo que sea. Lo único que no puede ser es aburrido. El público perdona todo excepto el aburrimiento.

--¿Pone límites a su humor?

--Los límites no los pongo yo sino que vienen impuestos por muchos motivos, por ejemplo, mis miedos o prejuicios pueden ser barreras para no llegar más lejos con mi humor. Cuanto más libre sea una persona, más lejos podrá llegar con el humor.

--¿Qué nos puede contar del monólogo que trae a Peñíscola?

--Las amígdalas de mis amígdalas son mis amígdalas trata de todo lo concerniente a la condición humana, excepto las amígdalas.

--¿Alguna anécdota por Castellón?

--Recuerdo años divertidísimos en Peñíscola en un festival de comedia. Allí conocí a Bud Spencer y coincidí con otras estrellas que ya fallecieron. En aquella ocasión vimos grandes películas y nos lo pasamos muy bien.

--¿Cómo se sintió la primera vez que subió a un escenario?

--Un poco kamikaze, me sentí como si hubiera tenido un accidente de coche y hubiera pegado ocho vueltas de campana. Recuerdo que mi primera vez fue en el certamen de monólogos de El club de la comedia. Hasta el momento nunca me había subido a un escenario, pero al bajar me dijeron que había estado espectacular.

--¿Con qué show de los que ha hecho se siente más identificado?

--Con todos ellos, aunque siempre me hace más ilusión el último porque es el que está con las ideas más frescas, locas y frágiles. Sin lugar a dudas, es con el que mejor me lo paso.

--¿Le gusta recurrir a la improvisación en sus actuaciones?

--Soy mejor con el guión pero reconozco que el público valora mucho la improvisación. A mí me gusta siempre regarles un trocito y en todos mis espectáculos llega un momento en el que suelto el timón y vamos a la deriva a ver qué pasa. Lo que surge en la improvisación tiene esa magia de carpe diem, de ser algo único e irrepetible.

--¿Cómo resuelve un despiste o lapsus mental en una actuación?

--Al ser comedia el error puntúa en positivo, si se nota lo regalas y lo haces divertido. Cuando tengo algún problema en el escenario no lo oculto.

--¿Disfruta escribiendo guiones tanto como actuando ante el público?

--Disfruto mucho de las dos maneras, aunque son bien distintas entre sí. Una es en casita relajado y la otra es más adrenalínica y espídica.

--¿Cómo se divierte Piedrahita?

-Me divierto mucho trabajando, actuando y ensayando con magia.

--¿Qué diría a los que comienzan?

--Todo artista empieza desde abajo, no es algo excepcional. No hay consejo que valga, aunque siempre tiene que hacer lo que le apasione. Si intenta cambiar para gustar al público, entonces va por mal camino. No está en sus manos el gustar a la gente, eso es algo que depende del propio público.

--¿Cuál es el mejor consejo que le han dado sobre este negocio?

--Oí decir a un hombre muy sabio que el humor bueno es aquel que se parece a la poesía. Eso es algo que escuché en una conversación y que me apunté.

--¿Volverá a Castellón otra vez?

--Claro, siempre que pueda. Intento volver a los sitios en los que funciona el espectáculo. Si en Peñíscola va bien, volveremos, y si no, pues al Principal de Castellón. Iremos donde nos quieran.

--¿Qué proyectos le deparan en un futuro próximo?

--Este show está naciendo ahora, espero estar un par de añitos con él. Seguiré haciendo las magias de El Hormiguero y espero que el año que viene esté listo un libro en el que estoy trabajando. Mi futuro es seguir haciendo lo que hago, y si puedo, un poquito mejor. H