La mayoría de los escolares experimenta un intenso miedo cuando entran en la consulta del médico. Las jeringuillas, los fríos estetoscopios y las gélidas camillas hacen sospechar a los más pequeños que entran en un lugar en el que seguro no se divertirán.

Eso es justamente lo que quiere evitar un grupo de estudiantes que cursan el grado de Medicina en la Universitat Jaume I. Un total de 45 alumnos realizarán un taller didáctico dirigido a unos 30 niños de 5 años del colegio Vicent Marçà, que se desarrollará mañana y jueves de este mes. “Queremos que los más pequeños pierdan la fobia a la bata blanca y que se familiaricen con el instrumental médico”, explica Elena Escudero, una de las organizadoras del evento. “Nuestra intención es que sepan que para ponerse buenos es necesario acudir al médico”, manifiesta.

Por ello, serán ellos mismos los que se conviertan, por un día, en profesionales sanitarios poniéndose en la piel de su pedriatra; aunque no practicarán con otras personas sino con sus juguetes más preciados. “Cada niño traerá un peluche o muñeco favorito y ese será el paciente al que tienen que atender”, sostiene Elena. Pero habrá más y es que el aula de estos escolares se transformará en un auténtico centro de salud, con un largo recorrido que contará con un espacio de admisión, con una sala de espera, una consulta, una sala de curas y otra de análisis, una de rayos X e incluso habrá un quirófano para realizar las operaciones que se compliquen.

Serán los propios escolares, tal y como revela Elena, los encargados de explicar el estado de su paciente para identificar su cuadro médico. “A partir de ahí, nosotros les enseñaremos qué es lo que tienen que hacer, dependiendo de la operación que precise su juguete”, esgrime.

El material, que ha confeccionado el grupo de estudiantes durante los pasados días, está realizado a partir de material utilizado en manualidades, como cartón, cartulinas y papeles de colores.

Además, “crearemos una escuela en nuestro hospital ficticio en la que llevaremos un cuerpo humano para que aprendan e identifiquen el lugar y el nombre de los órganos vitales de nuestro cuerpo”, revela Elena. Asimismo, los infantiles podrán aprender a auscultar y escuchar el corazón de sus compañeros. Con todo, los pequeños experimentarán con objetos que encuentran normalmente en la sala de su pediatra, a la par que se divertirán jugando junto a sus compañeros de clase.

EN LA PROVINCIA // A través de esta iniciativa, que ya se realiza en varios colegios de las principales ciudades de España, los estudiantes esperan poder interactuar con niños de distintos colegios después de las dos jornadas que realizarán este mes de febrero en el Vicent Marçà.

Ahora, estos futuros médicos castellonenses ya preparan su primer taller, una actividad única y pionera en la provincia, y ultiman con ilusión todo el material necesario. Será una jornada que seguro marcará a muchos de los pequeños en su camino a la universidad y alejará, de una vez por todas, el miedo a la consulta del doctor. H