Hermanos: allá por el 450 d.C. de nuestra era, los godos, suevos, vándalos y otras gentes de fuera de la Unión Europea de entonces, es decir el Imperio Romano, huían de los Hunos que les presionaban y arrasaban desde las estepas de Asia. Digamos que, como los actuales sirios y africanos, estaban siendo empujados desde sus respectivas guerras locales.

En aquellas épocas parecían las cosas más fáciles. El Emperador de turno enviaba sus legiones y estas paraban a los bárbaros del norte. Ahora hinchamos a millones de euros al turco Erdogán y que sea él quien defienda nuestras fronteras.

En la Roma imperial también pagaban a los bárbaros para que dejaran tranquila la Europa romana. Y todos sabemos cómo acabó aquello. Gente que no tiene nada que perder y que huyen de la guerra y el hambre que sufren sus familias. Ahora solo hay que ver lo que está ocurriendo a las puertas de Grecia.

Es muy difícil la solución porque hay a muchos que les interesa una Unión Europea débil y que no sea una competidora comercial. Rusia, China e incluso la «América primero» de Trump están interesados en eliminarnos como potencia.

Esto ya ha pasado antes y la solución es compleja. Y pasa por actuar en el origen del problema en los focos de inestabilidad. Si es por el hambre, invirtiendo en sus países de una forma justa para generar riqueza y estabilidad allí.

Si es por la guerra, la cosa se complica y mucho, porque intervenir en estos países ya vemos las consecuencias (Afganistán, Iraq, Libia…). Porque tranquilizar y democratizar estos países ha sido imposible por los siglos de los siglos. ¿Qué hacer? Y yo que sé.

*Urbanista