Hermanos y hermanas: ¡Mira qué bien! Los resultados electorales de las pasadas elecciones nos van a servir de test para las próximas municipales. Y, sobre todo, para saber el tirón real que tienen nuestros representantes más próximos. Con el corto espacio de tiempo que hay entre unas y otras, sabremos si nuestros alcaldes y alcaldesas son unos cracks que por su proximidad llegan más a los ciudadanos que sus propios partidos o si, por el contrario, viven de renta de sus siglas.

No es un mal test. Aunque realmente no valdrá para nada, porque los resultados van a mantenerse durante cuatro años más, les permitirá hacer una reflexión al respecto. Aquellos y aquellas que vayan sobrados podrán sacar pecho ante sus propias organizaciones políticas y exigirles que el debido reconocimiento ante las nuevas instituciones que se van a conformar. En particular, las Diputaciones y el nuevo Consell. Todo ello en el hipotético caso de que coincida el color político.

Sin embargo, aquellas y aquellos que saquen menos votos que los que puedan haber obtenido sus respectivas organizaciones tendrán un problema y se verán obligados a hacer un esfuerzo para mejorar su imagen si quieren repetir en el 2023. Los que saquen resultados similares a los de su organización, aunque más tranquilos, también deberán apretar un poco por mejorar. Interesante ¿no creéis?

*Abogado y urbanista