Educar para vivir. En ello consiste el eje fundamental sobre el cual se debe sustentar una buena educación. Y no lo dice cualquiera sino el considerado como mejor profesor de España. Aclamado por decenas de castellonenses y visitantes, César Bona (natural de Zaragoza) pisó la ciudad de la Plana para ofrecer una de las muchas conferencias que imparte desde que consiguiera la etiqueta de mejor profesor de España.

Escuchar a los alumnos, ponerse en su lugar, educarles en la gestión de emociones y formarles hacia la colectividad en detrimento de la competitividad son, para él, aspectos claves para conseguir La nueva educación, el último libro que Bona ha escrito y del que habló ayer en el salón de actos del edificio Cavallers, evento organizado por la Fundación Caja Castellón. En su tónica de formar equipo y huyendo de la individualidad, Bona explicó a este rotativo que son muchos los maestros que creen “que es necesario un gran cambio en el sistema actual de educación”. Un cambio hacia fuera. “Hay que dar a los estudiantes las herramientas adecuadas e inculcarles la necesidad de que miren más allá del aula”, revela. “Hay que evitar que la escuela siga siendo una burbuja y conseguir que los alumnos aporten sus experiencias a los profesores”, añade. Un método que a Bona le ha sido muy útil en sus clases.

“El libro no importa sino que es una herramienta más que tenemos a nuestra disposición. Lo esencial es invitarles a mirar a su alrededor, que conozcan qué está pasando y adquieran un espíritu crítico”.

LA FELICIDAD // “Tenemos que educar a los niños para que sean mejores de lo que eran antes. La educación tiene mucho que ver con la felicidad. Y la felicidad, con la educación”, matiza. “Uno aprende cuando está feliz y, en ese sentido, un maestro que no vaya feliz a trabajar jamás va a encontrar a los alumnos felices. Por consecuencia, esos alumnos nunca van a tener ganas de ir al colegio”. Apasionado con su trabajo, el zaragozano ha despejado un nuevo camino para otros colegas que, como él, aman esta profesión, abriendo sus clases al público y mostrando unos métodos que se han convertido en los más envidiados.

“Encontraremos piedras en el camino, pero compartir el mundo de los niños nos ayuda a entender que nada es imposible”, dice. Una consigna vital que Bona lleva fijada en su ADN y que lo ha convertido en el profesor más laureado del país. H