M ás de 700 muixeranguers, castellers y músicos se concentraron ayer en la plaza Huerto Sogueros. ¿El motivo? La IV Trobada de Muixerangues de Castelló, que, organizada por la Conlloga Muixeranga de la capital, citó y ejerció de anfitriona de la Colla de la Safor, con sede en Gandia, y la colla Castellera dels Xiquets de Reus. A las 12.00 horas, puntuales, empezaron a sonar dolçaines i tabals para dar la bienvenida a las agrupaciones, ataviadas con su tradicional indumentaria.

Desde que el espectáculo empezó dejó boquiabierto a todo el público allí presente, ante unas figuras humanas que se alzaron al cielo, acariciándolo, aupadas por una base de manos que afianzaban la subida. La Conlloga Muixeranga de Castelló y la Muixeranga de la Safor se atrevieron, y ejecutaron figuras, por primera vez en la plaza, de hasta cuatro y cinco alturas, en algunas de las rondas, muy aplaudidas. La colla castellera vino, desde Reus, por segunda vez al encuentro, invitados por la conexión que tienen sus torres humanas con las muixerangues. De hecho, aunque las figuras sean diferentes, son todas hermanas.

Las tres collas de castellers y muixeranguers hicieron tres rondas cada una, cerrando con los tradicionales pilars de comiat. La Conlloga Muixeranga se atrevió con las figuras tomasina, trobada y dos moreres simultáneas; y, para acabar, hicieron cinco pilares de cuatro simultáneos. La Colla de la Safor también hizo una trobada, además de una caña y sus pilars. La última, la colla Castellera dels Xiquets de Reus hizo, entre otras, un tres de set y un espectacular quatre de set. Pese a la dificultad de las torres, con unas formaciones muy elaboradas por parte de las tres collas, no hubo ningún susto y en todas las ocasiones se coronaron sin caídas a la melé.

Con ‘dolçaina i tabal’ de fondo

No faltó la música para acompañar a los muixeranguers y castellers. La banda sonora la puso la Colla de Dolçainers i Tabaleters de Castelló junto a la Llavor Dolçaina i Tabal d’Almenara.

Han pasado cuatro años desde la primera edición, y este año la Trobada de Muixerangues reunió a cientos de personas para ver las torres humanas que construyen las collas, consolidándose en el calendario de las fiestas de la Magdalena y reuniendo a más del doble de personas que el primer año al son de la tradición.

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