La tradicional marcà que se celebra en La Espuela, en l’Alcora, significó un espaldarazo al I Congreso Nacional de Tauromaquia, que se celebrará en la plaza de toros de Valencia en vísperas de la Feria de Fallas. Colectivos del bou al carrer, junto a concejales, comisiones de fiestas, aficionados y representantes de asociaciones, clubs y peñas taurinas de la provincia y de otras zonas de la Comunitat Valenciana se congregaron en este acto.

A la cita, todo un clásico para la afición, acudieron taurinos de Burriana, Benicàssim, Canet lo Roig, Borriol, la Vall, Costur, Atzeneta del Maestrat, Viver, Jérica, l’Alcora y la localidad tarraconense de Alcanar, entre otras.

En total, se marcaron este año hasta 42 becerros y dos cabestros. El proceso se realizó a la antigua usanza, cogiendo suelto al animal, tumbándolo y, después, realizando el correspondiente herraje. Para cumplir todos los trámites pertinentes que marca la normativa, estuvieron presentes un veterinario y miembros de la Policía Autonómica.

Tras ello, los asistentes disfrutaron de una amena comida con buena tertulia taurina, donde se abordó la importancia de la unión de todos los aficionados «en estos momentos difíciles de ataques al mundo del toro, por lo que resulta fundamental que acuda mucha gente a todos los actos que se realicen en su defensa o los relacionados, tanto en la calle como en la plaza».

El director del recinto, Juan Manuel Vicent Moliner, indicó que, desde el año 2010, cuentan también con cerriles para vender, habiendo descargado ya algunos ejemplares de ganaderías de renombre nacional.

Unión de la afición

Ramón Fabregat, presidente de la Agrupación Taurina de Alcora (ATA), que engloba a las 15 peñas que patrocinan astados en la capital de l’Alcalatén, abogó por la unidad «para lograr que el mundo del toro evolucione y no sea prohibido, ya que de estos festejos dependen muchas personas y empresas: ganaderías, mataderos, carnicerías, transporte, montaje de barreras, ambulancias o seguros».

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