Mucho se está hablando estos días sobre la necesidad de cerrar acuerdos para la gobernabilidad de España. Se habla de Podemos, de Ciudadanos, de los nacionalistas y demás. Y a cada uno se le exige o propone un papel bien diferente. En mi opinión sería un grave error que Pedro Sánchez aceptara las propuestas de Pablo Iglesias y metiera en el Consejo de Ministros a semejante caballo de Troya. También sería un error forzar a que Ciudadanos se abstuviera en una hipotética sesión de investidura. Albert Rivera se vería entre la espada y la pared, y eso no sería bueno para nadie. Y sería otro error fatal formar Gobierno con los votos de ERC o JuntsXCat. Por descontado Pablo Casado ni está ni se le espera. Así pues… ¿Qué alternativa nos queda? La convocatoria de nuevas elecciones, claro está.

Si Pedro Sánchez saliera a la palestra y afirmara, con contundencia, que entre unos y otros la casa se está quedando por barrer y que se vuelve imperativo convocar a los españoles a nuevos comicios, seguramente obtendría la mayoría absoluta. Y si no, se quedaría a corta distancia. Tan corta que le lloverían alianzas.

Queridos lectores, España necesita un Gobierno fuerte. Que pelee en Europa. Que defienda los intereses patrios sin pesadas mochilas a la espalda. Y ya no importa que sea socialdemócrata, demócratacristiano o liberal. Lo importante es que sea.

*Escritor