Hermanos: Ya tenemos nuevos ayuntamientos, o el germen de estos mientras se conforman las mayorías necesarias para darles estabilidad durante los próximos cuatro años. (Hasta el 2023, que parece un año de ciencia-ficción pero en realidad ya está a la vuelta de la esquina).

Los nuevos ediles y edilas os vais a encontrar viejos problemas que solucionar y retos a los que enfrentarse cuanto antes.

Seguramente una de las primeras cosas con las que os encontraréis es un PGOU que se está tramitando desde hace, al menos, dos legislaturas. Y te darás cuenta que el PGOU es un documento inútil, tal como está planteado, que no se ajusta a las necesidades, pero que si quieres un PGOU te lo vas a tener que tragar enterito. Porque si lo cambias, te tocará empezar de nuevo. Lo cual no es nada divertido, te lo aseguro.

También te encontrarás algún PAI en herencia plagado de problemas, con propietarios enfadados, pero que no están dispuestos a soltar un céntimo para acabar de urbanizar sus solares. Con urbanizador que desapareció en el 2007 y con poca ayuda para solucionar el lío en que estás metido.

Ni puedes volver hacia atrás y desurbanizar, ni tienes la posibilidad de acabar la urbanización como te gustaría. Pero si lo dejas como está tampoco es correcto porque te pueden llover demandas por responsabilidad patrimonial de unos y otros.

Tus antecesores en el cargo, si no eras tú mismo, seguramente ya se plantearon estos problemas y, como podrás ver, no lo han solucionado. Ánimo y al toro. A ver si para el 2023 ya hemos avanzado algo.

*Abogado. Urbanista