Tres palacetes. Tres historias. Una ciudad. Porque no hay nada más universal que lo puramente local. Viejos caserones que «se van dibujando en el olvido». Eso es lo que propone Vicente Falcó Fuertes en su libro Casas Palacio y Linajes Nobles de la Vall d’Uixó, que hoy se presenta en sociedad en el valldeuxense Centro Cultural Palau de Vivel, en un acto cultural organizado por la Associació Arqueológica de la Vall d’Uixó (19.30 horas).

Genealogía, escudos blasonados y avatares cotidianos de inmuebles solariegos, «posiblemente los edificios civiles más antiguos de la Vall con sus leyendas y vida propia», indica Falcó.

Son el palacio de los Marqueses de Vivel, el de la familia Creixach y el de los Condes de Ripalda «con su evolución histórica, sus planos, sus crónicas cotidianas y las estrechas relaciones entre unas y otras familias», explica Falcó, que añade el boato y la magnificencia de un «tiempo pasado» en el que se entrecruzaban relatos y vivencias.

Una publicación, fruto de «años de investigación, consulta de archivos, trabajo y paciencia», detalla el autor.

Las familias que habitaron las casonas tuvieron su vinculación con la Vall, con títulos nobiliarios, «todavía vigentes», que «engrandecieron y construyeron un futuro en la población».

El palacio de los Marqueses de Vivel, situado en la calle Sanchis Tarazona, convertido hoy en centro cultural, que fue adquirido por la antigua Caja de Ahorros de Castellón, «es ahora un excelente espacio de cultura y libertad, donde tiene la sede la Associació Arqueològica de la Vall», manifiesta Vicente Falcó. Mientras, la casa Creixach, en la calle Vicente J. Creixach, cerrada a cal y canto, refleja el esplendor perdido. El palacete de los Condes de Ripalda, en la plaza de la Asunción, es testigo mudo de entresijos y odiseas, que desvela Vicente Falcó en su libro.

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