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Raquel García es una joven vecina de Nules que se ha propuesto un reto viral: Conseguir recabar el mayor número posible de firmas a través de internet, en osoigo.com para que las administraciones destinen más dinero para la investigación sobre el cáncer de mama.

Su odisea comenzó en el 2014. «Hace cinco años, me encontré un bulto en el pecho», explica. Un mes antes de detectarse el bulto, había ido al ginecólogo pero todo estaba bien. Queríamos tener familia. No me bajaba la regla. Tenía un descontrol hormonal. Esto sucedió el 11 de marzo. «Fui al médico, me hicieron pruebas y en menos de un mes fui operada. Me hicieron una mastectomia, luego seis ciclos de quimio, radio, tratamiento hormonal y reconstrucción. Los pasos a seguir típicos», añade. La primera cirugía se la hicieron en La Plana y, luego, la reconstrucción, en el Hospital Provincial.

Tenía 33 años. «Me dijeron que no podría tener familia en cinco años por el tratamiento hormonal al que tenía que ser sometida». «Yo quería ser madre, me moría en vida. Después de quitarme el pecho, mientras curaba, me hicieron un tratamiento en la Fe para congelar los embriones por si después de los cinco años no podía tener familia de natural. Al cabo de un año de tratamiento hormonal, propuso a los médicos dejar las pastillas. Me hicieron pruebas y paré el tratamiento. Al mes me quedé embarazada». Ahora, Raquel es madre de una niña de 2 años y medio. «Estoy curada, aunque con unos kilos de más por el tratamiento», señala. Sin embargo, sus sinsabores no acababan aquí.

Y es que, ahora, «mi padre tiene también cáncer de pecho. A él no hemos tenido que ponerle quimio, ya que hemos enviado a EEUU, con un coste de 3.000 euros, muestras para analizar el tumor a fin de ver si era de bajo riesgo y si no hacía falta la quimio. El análisis salió bien, así que al final solo tuvo que tomar unas pastillas. En España no financian este análisis de muestras en EEUU. Aquí te operan, aplican la quimio, que seguro que es más caro, o la radio y te prescriben pastillas hormonales», indica. Por este motivo lo tuvo que pagar de su propio bolsillo.

Hace cinco años a ella no le sometieron a estudio genético porque no tenía antecedentes familiares. Pero ahora sí se lo ha hecho, aunque ha salido inconcluyente. «Es como buscar una aguja en un pajar», explica. Sin embargo, la cabeza no para y piensa si debería extirparse los ovarios y el otro pecho, como Angelina Jolie, para evitar riesgos.

También piensa en su hija, ya que cuando tenga 18, le harán otro estudio. «A lo mejor dentro de unos años se puede detectar si tengo la mutación», piensa. Por todo ello, pide que se dedique más dinero a la investigación. «Hay mucha gente que vale, que está estudiando y se dedica muy poco dinero. A lo mejor, gracias a ello, detectaríamos algo antes y no tendríamos tanto gasto de la quimio», señala. Le gustaría que su reto se hiciera viral. Y pide que no sea tabú, que la gente no tenga miedo de acudir al médico. «Gracias a Dios el cáncer de pecho si lo pillan a tiempo se cura, pero tengo amigas que se han quedado por el camino. A algunas le ha vuelto, tenemos controles cada seis meses. Las mamografías deberían empezar antes».