Se acaba la Navidad y la vuelta a la rutina en plena estación de frío con pocas horas de sol acentúa en muchas personas la sensación de melancolía y tristeza. Según los expertos, enero es un mes en el que aumentan las depresiones y se detectan un mayor número de casos de ansiedad, decaimiento o insomnio. El próximo lunes se celebra el Día Mundial de la Lucha contra la Depresión. Según la Organización Mundial de la Salud, calculan que en todo el mundo pueden sufrir esta patología unos 300 millones de personas. A lo largo del 2020 será la segunda causa de discapacidad a nivel mundial, por detrás de las enfermedades cardiovasculares.

La tristeza que invade a algunos durante este mes de enero llevó a los estadounidenses a acuñar el Blue Monday, que es el nombre dado al tercer lunes de enero, presentado como el día más deprimente del año. Esta curiosa efeméride será el próximo 20 de enero.

Tal y como explica el doctor Sergio Arques, psiquiatra del hospital Vithas Castellón, «normalmente la adaptación a la rutina implica pocos días, pero hay algunas personas que sienten un estado de tristeza y angustia que si se alarga en el tiempo puede conllevar no solo problemas de depresión o insomnio sino también de salud, como afecciones digestivas o dermatológicas».

Sin embargo, el comienzo de año es una buena época para programar objetivos positivos y, sobre todo, alcanzables. «Cada uno de nosotros debe plantearse lo que de verdad quiere y desea; marcarse objetivos puntuales a corto y medio plazo, sin olvidar la importancia de definir a largo plazo cómo nos gustaría organizar nuestra vida. No se trata de objetivos típicos como adelgazar, dejar de fumar o ir al gimnasio, sino los que realmente nosotros nos planteamos a nivel individual», señala.

Optimismo

Para afrontar el nuevo año con un espíritu más optimista, el profesional, además, subraya que los hábitos saludables son muy importantes. «Huir del sedentarismo practicando algo de ejercicio, dieta mediterránea o tratar de dormir las horas necesarias». Por otra parte, este optimismo se ve acrecentado si uno sabe rodearse de personas positivas. «Muchos se dejan llevar por lo que sienten o padecen los demás y tienden a imitar patrones de comportamiento. No es un acto de egoísmo, si tú te sientes bien, también harás sentir bien a los demás, por eso aléjate de las personas pesimistas, que te ponen triste, te enfadan, y que siempre están planteando problemas», aconseja Arques.

La temida cuesta de enero

El consumismo excesivo que en ocasiones conlleva la Navidad puede pasar factura, pero este psiquiatra es tajante: «Ya no hay vuelta atrás, así que hay que dejarse de lamentos. Lo ideal es economizar y organizar un presupuesto estableciendo siempre prioridades».

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