Castellón ya tiene Cor Infantil. 40 niños de entre 6 y 12 años arrancaron ayer, con su primer ensayo, la andadura de una iniciativa «ilusionante, integradora y formativa» con la pedagoga y experta en canto coral Isabel Villagar en la dirección. El salón de actos del Museu de Belles Arts es el escenario que, cada martes, de 17.30 a 18.30 horas, compondrá un mosaico polifónico con voces angelicales que, «como actividad extraescolar gratuita para los alumnos de Primaria de la capital, trabajará la voz, pero también la cohesión social», como explica el concejal de Educación, Enric Porcar, uno de los impulsores.

El Cor Infantil nace tras el exitoso proyecto L’Escola Canta, que este curso ya tiene 3.000 participantes y que prevé extenderse a la Vall d’Uixó, Benicarló, municipios de Els Ports y al resto de la Comunitat Valenciana, como, Alcoi. Y ha tenido una gran acogida. Las pruebas de selección congregaron, para «entre 30 y 40 plazas iniciales», a 60 niños de todas las edades, que se probaron con una canción a capella, con la voz como único instrumento. Finalmente serán 40 los integrantes. «Para el próximo año estamos estudiando ampliarlo a Secundaria, tras el éxito que ha tenido el coro», señaló el concejal.

El objetivo es que «cara a Navidad, las fiestas de la Magdalena, o a lo largo del curso, cuando estén preparados tras los primeros ensayos, visibilizar la propuesta en concierto y que debuten ante su público, y que pueda seguir creciendo cara a años venideros». «Es, además, un nuevo activo cultural para la ciudad», matizó Porcar, que ayer animó a los cantores a «seguir adelante para formalizar una apuesta importante por el canto, que es una fuerte herramienta social, de cohesión e integración».

Cantera de tradición vocal

Y supone, además, una «cantera impresionante para los coros y corales de la ciudad, donde la tradición vocal es muy amplia, y que reivindican la falta de jóvenes valores en sus filas». «La música es un lenguaje universal, que llega a todos, mayores y pequeños, y que supone una potente herramienta de aprendizaje», explicó a este diario el concejal.

Los niños del coro se conocieron ayer, con los primeros acordes bajo la batuta de Isabel Villagar, en un Museu que se convirtió en escenario y panel de pruebas para ir viendo quiénes son los barítonos, tenores, bajos y contratenores entre ellos; y sopranos, mezzosopranos y contraltos entre ellas, en pequeño formato, para pasarlo bien con grandes ilusiones frente a las partituras.

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