Cruz Roja Juventud pone en marcha el programa Paréntesis educativos. Este plan pretende transforma el mundo de los participantes y mejorar su entorno a través de generar espacios inclusivos para alumnos de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) mientras permanecen suspendidos de su derecho de asistir a las clases al haber sido expulsados. Los responsables de esta iniciativa están en contacto con los 11 institutos de la ciudad de Castellón para incluir a los alumnos en talleres de 10 días de duración, de lunes a jueves, con el objetivo de fomentar habilidades sociales, valores y principios que permitan a los estudiantes superar retos propios de la adolescencia mientras no van a clase.

En la capital de la Plana se produce una media de 150 expulsiones al año en los institutos, lo que genera un retraso en la formación lectiva, al tomarse como tiempo de ocio. Además, esto genera etiquetas, frustraciones y falta de interés por la educación, desembocando en ocasiones en fracaso escolar, absentismo e incluso abandono educativo. Castellón carecía de un recurso alternativo a estos paréntesis de los jóvenes, por lo que desde los institutos se dio la voz de alarma para buscar un recurso capaz de ofrecer una solución eficaz para estos adolescentes.

Reducir la exclusión

El proyecto cuenta con la colaboración del Ayuntamiento, la Caixa y la Conselleria de Educación. Con esta iniciativa, Cruz Roja pretende reducir el factor de riesgo de la exclusión, generar apoyo educativo y conseguir la reflexión de los alumnos sobre las faltas cometidas. Partiendo de sus competencias y de su potencial, en ocasiones oculto, el alumnado desarrolla un microproyecto para su propio centro educativo o bien su comunidad. Eso les empodera al poder decir «yo puedo». Una vez concluye el taller se hace un seguimiento tanto de los jóvenes como de sus familias para evitar la reincidencia en faltas que les vuelvan a suponer su expulsión.

Actividades diversas

El monitor de la entidad plantea a los jóvenes una serie de actividades con una metodología participativa, según las necesidades y deseos de los participantes, enfocadas a la promoción de habilidades sociales y valores, la prevención de la violencia escolar y la igualdad de género y la cultura de paz. De igual modo, desarrollan acciones de voluntariado para poner en práctica las destrezas aprendidas, entre las que destacan la atención a personas mayores, el cultivo de un huerto ecológico o el cuidado de mascotas. Para generar un impacto positivo entre los participantes y conseguir su éxito escolar se realizan reuniones con los familiares y se contacta con los centros.

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