El hotel NH Mindoro de Castellón acoge a partir del viernes la exposición de un artista joven y cuya obra sorprende desde el primer golpe de vista. Se trata de Miguel Scheroff, un dibujante de Jaén que define su forma de expresión como «temperamental, apasionada y grotesca». Y vaya si lo es. La propuesta, que lleva por título La fábula de los animales y podrá verse hasta el 14 de enero, parte de una interpretación libre del género del retrato, con el que el autor juega y desde el que siempre parte. Para él, es «un lugar donde suceden todo tipo de hibridaciones entre elementos orgánicos: tendones, músculos, vísceras, piel, carne y cabello se amontonan y mezclan entre sí, dando como resultado una masa biológica que revela la fragilidad del propio material».

Su objetivo es provocar una reflexión en el espectador. O, en sus palabras: «Trabajar con la preocupación existencial del individuo, referida a cómo afrontamos la decadencia del mundo actual, la crueldad, la animalidad, la enfermedad, la fugacidad de la vida o la propia extinción de la especie».

Y es que este joven artista afirma que desde pequeño ha sentido «una fuerte atracción por los aspectos dramáticos y aterradores del mundo, y la capacidad que tienen para cambiar el rumbo de las cosas», algo que atribuye al hecho de haber crecido en una tierra, Andalucía, «donde el sentimiento por la tradición, la familia y la muerte están históricamente muy arraigados».

La importancia de los animales

Sobre cuestiones como esta trata uno de sus óleos más destacados, Hecatombe familiar (en la foto superior). Una imagen que podría ser costumbrista como la de una familia reunida para celebrar un cumpleaños se convierte, en la obra de Scheroff, en un dibujo inquietante. Lo es en buena medida por la combinación de colores utilizada, con un cielo nublado y oscuro que contrasta con los colores alegres y los motivos del mantel. Asimismo, algunos de los personajes presentan un aspecto un tanto siniestro, pese a que las sonrisas son la tónica general de la escena.

También los animales juegan un papel muy importante en la obra de este licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Granada. No es solo por el título, sino por el hecho de que caballos o aves están muy presentes en la exposición. Y es que, siguiendo con su intención de hacer pensar a quien se acerca a sus retratos, la naturaleza es expuesta de forma cruda, «amoral y ausente de justicia», aguardando a que la especie humana reconozca sus errores y haga propósito de enmienda en un mundo «cada vez más tenso e inestable».

La que se podrá ver desde el viernes en el NH Mindoro de Castellón (calle Moyano, 4) es «una obra hiriente, que nos pone frente a la fragilidad del ser humano, como animal y ser social», asegura la comisariada de la muestra y autora de los textos, Lidón Sancho.

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